Un capitán de la Guardia Civil asegura que no les arrojaron una bola de acero, pese a que aparece en un atestado

El capitán de la Guardia Civil que fue jefe de seguridad del dispositivo en los centros de votación de Sant Iscle de Vallalta y de Sant Cebrià de Vallalta del 1-O aseguró este miércoles ante el tribunal que juzga el ‘procés’ que no les arrojaron una bola de acero, pese a que aparece en un atestado. «Apareció una bola de acero, vino rodando (…) yo no vi que la arrojaran».

Ante la sala del Tribunal Supremo que juzga a los líderes del independentismo por la convocatoria y celebración del referéndum del 1-O, el capitán de la Guardia Civil, jefe de seguridad del dispositivo en los centros de votación de Sant Iscle de Vallalta y de Sant Cebrià de Vallalta, explicó que la gente que había allí concentrada impedía el paso a los cuerpos de seguridad.

En concreto, en Sant Cebrià de Vallalta, la gente estaba colocada en un rampa impidiendo la entrada de la Guardia Civil, “la congregación era bastante homogénea”, afirmó, el capitán de la Guardia Civil, aunque no pudo identificar a una persona encargada de la organización, tan solo “se acercó una persona de ANC que estuvo allí mediando”, agregó.

Las personas congregadas les gritaban “hijos de puta, fascistas sois los terroristas…” y consignas como “votaremos”. La intervención fue “complicada” porque las personas estuvieron “hostigando, acompañando” hasta su retirada “a una distancia de 10 centímetros”, apuntó. Durante toda la intervención, subrayó el capitán de la Guardia Civil, hubo “zarandeos y golpes” por parte de los concentrados que “oponían resistencia” a la actuación policial, algo que sucedió tanto en Sant Cebrià de Vallalta como en Sant Iscle de Vallalta, detalló.

Precisamente, sobre el momento del repliegue fue preguntado por el abogado de Oriol Junqueras, Andreu Van den Eynde. “¿Les arrojaron una bola de acero?”. “Me parece que cuando nos estábamos replegando apareció una bola de acero, vino rodando, me parece que desde un macetero”, explicó. Entonces, continuó, el letrado “¿por qué en el atestado dice que les arrojan la bola?”. “No lo sé, yo no vi que arrojaran la bola”. “¿Sabe usted si hay una maceta que los agentes mueven y un agente la chuta hacia atrás?”, insistió el abogado. “No lo sé porque no lo he visto”. En este mismo sentido, se pronunció el cabo de la Guardia Civil que testificó después. “Lo desconozco”, respondió a las preguntas de Van den Eynde.

Posteriormente, ante las preguntas del abogado de Joaquim Forn, Xavier Melero, el capitán de la Guardia Civil rechazó que su cadena de mando le comunicase que debían actuar con carácter subsidiario a los mossos, y a requerimiento de estos, que era preferente actuar entre las 7 y las 7.30 de la mañana, así como que la seguridad de los efectivos y de los ciudadanos debía primar a la eficacia.

En cuanto a la presencia de un binomio de mossos, el testigo apuntó que “la componente femenina de los mossos intentaba mediar”, pero desconocía lo que hacia el otro mosso. Sobre este asunto, el cabo de la Guardia Civil manifestó que no vio la intervención de los mossos, subrayó que cuando llegó al centro de votación “estaban en actitud pasiva”, pero aseguró que desconocía si se intentó mediar.

Durante su declaración, el cabo relató que le golpearon “con algo rígido” en la mano, por lo que sufrió una fractura en el dedo meñique. En la comandancia manifestó que su lesión era fruto de una agresión, pero en el centro de salud “puede que no lo dijera”, admitió a preguntas del abogado de Junqueras.

Marchena intervino para aclarar si el testigo había escuchado la declaración de sus compañeros, ya que cuando explicaba los “puñetazos, patadas y goles” que recibieron afirmó: “Como ya se ha dicho”. Posteriormente aclaró que no se refería a las declaraciones que le habían precedido sino “a otros días”.