La surrealista declaración de Rufián en el juicio del procés: «Soy asociado de la ANC, de la biblioteca de mi barrio y del videoclub»

El portavoz adjunto de ERC en el Congreso de los Diputados, Gabriel Rufián, declaró este jueves en calidad de testigo ante la sala del Tribunal Supremo que juzga a los líderes del independentismo por la organización y celebración del referéndum del 1-O.

Fiel a su estilo, Rufián volvió a ser protagonista de insultos y salidas de tono en algunos momentos.

Ante el tribunal que juzga el ‘procés’ aseguró que le “chirría muchísimo” que se hable de rebelión, en referencia a la concentración del 20-S frente a la Consejeria de Hacienda, porque él fue a «merendar».

Ante las preguntas del abogado de Oriol Junqueras y Raül Romeva, Andreu Van Den Eynde, explicó que el día 20 de septiembre durante la concentración frente a la Consejeria de Hacienda se encontraba en el Congreso de los Diputados porque había sesión de control, posteriormente se trasladó a Barcelona porque “se estaba deteniendo de forma arbitraria a compañeros” y, a su juicio, es “tremendamente injusto detener a la gente frente a sus hijos por la cara”.

De esta manera, Rufián relató que llegó a las puertas de la Consejeria, donde “había centenares de personas” y “entendíamos que no estábamos haciendo nada malo”. Asimismo, recordó que había “canticos pacíficos en catalán”. Por este motivo, agregó, “me chirría muchísimo que se diga que eso fue una rebelión porque yo fui a merendar”. Tras esta afirmación el abogado de la defensa preguntó a Rufián por la existencia de violencia o intimidación durante la concentración. Marchena interrumpió a Van Den Eynde y le pidió que evitase los conceptos de violencia e intimidación, “aquí no se piden calificaciones jurídicas”. Posteriormente, Rufián indicó, en relación a los coches de la Guardia Civil, que los “únicos coches devastados que he visto fueron los de los taxistas en la Castellana”.

A las preguntas de la Abogacía del Estado, Rufián se definió como «prácticamente casta» y dijo que es «asociado de la ANC, de la biblioteca de su barrio y del videoclub»


En relación a la jornada del 1-O, expresó que vio gente con “ánimo de votar” que, incluso, “muchos durmieron allí por miedo a que no les dejasen votar”. Ese día, añadió, “vimos imágenes que nos perseguirán toda la vida a los demócratas”. Es cierto, destacó, que “nos enfrentábamos a gente con grandes carencias democráticas”, afirmó en relación al Gobierno central, pero es “una salvajada apalear a la gente porque vote”.

Posteriormente, en el turno de la Abogacía del Estado, Rufián afirmó que no tiene “ni pajolera idea de la hoja de ruta”. Ante la insistencia de Rosa María Seoane sobre este asunto, Marchena le pidió a la letrada que cesase en esas preguntas por ser “prescindible” para la sala.

El presidente del Tribunal Manuel Marchena, al inicio de la declaración de Rufián, que tenía obligación de responder a todas las partes, le preguntó si tenía alguna objeción al respecto. El diputado de ERC indicó su desacuerdo con Vox, acción popular, por ser un partido “xenófobo y racista”. A pesar de ello, continuó, indicó que respondería a Vox por entender que “así ayudo a los compañeros”.


De esta manera, cuando llegó el turno de Pedro Fernández, letrado de la acusación popular, Rufián repitió esta idea, pero fue interrumpido por Marchena, por reiterarse en algo que ya había quedado claro al incio. El letrado de la acusación preguntó a Rufián si tuvo conocimiento de cómo salió la comitiva judicial de la Consejeria de Hacienda el 20 de septiembre. “Es una ‘fake news’ como que el PP está siendo perseguido en Cataluña”, remachó.