La subida del IRPF en 2012 aumentó la recaudación en 3.566 millones y la bajada de 2015 la redujo en 9.300

La reforma con la que el Gobierno de Mariano Rajoy subió el IRPF en el año 2012 logró un aumento de la recaudación por ese impuesto de 3.566 millones, mientras que la bajada del mismo impuesto que llevó a cabo en 2015 redujo los ingresos por IRPF en 4.813 millones en dicho ejercicio y en 4.487 millones en 2016, según reflejan los informes anuales de esos años elaborados por la Agencia Tributaria.

En concreto, con la reforma de 2012 el Ejecutivo popular aumentó la tributación de todos los tramos impositivos del IRPF y creó un tramo adicional para las rentas superiores a los 300.000 euros anuales.

Según el informe anual de recaudación tributaria realizado por la Agencia Tributaria, dicha reforma tuvo un impacto positivo en la recaudación de dicho impuesto, aumentándola en 3.566 millones de ingresos adicionales, un 1,2% más respecto a la de 2011.

Esta cifra coincide con la señalada este lunes por la actual ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en una tribuna publicada en ‘El Mundo’ y recogida por Servimedia, en la que acusa a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, de mentir al hablar sobre el impacto de las subidas y bajadas de IRPF.

En concreto, Ayuso aseguró el sábado en una carta dirigida a Montero que la última subida del IRPF, la correspondiente a 2012, provocó que se perdieran 300.000 contribuyentes y casi 20.000 millones de recaudación, a lo que la ministra ha respondido hoy que “no hay ninguna estadística que avale tal afirmación” y que “es difícil encontrar un desprecio mayor a la verdad”.

Además, dicho informe destacaba que dicho crecimiento se produjo pese a “un entorno económico desfavorable” y a una reducción del PIB en un 1,4%, y resaltaba que “la política de consolidación fiscal se reforzó en 2012 con nuevas e importantes medidas en el ámbito de los ingresos”.

REFORMA 2015

Por su parte, la reforma de 2015 eliminó tres tramos en el IRPF (de 120.000 a 175.000 euros anuales, de 175.000 a 300.000 y a partir de 300.000), dejando el tramo máximo a partir de los 60.000 euros, y redujo el mínimo exento a 12.000 euros anules. Asimismo, redujo el tipo impositivo de todos los tramos, haciendo una bajada progresiva en 2015 y 2016, estableciendo un tipo máximo del 47% en 2015 y de un 45% en 2016 a partir de los 60.000 euros, frente al 52% a partir de los 300.000 fijado con la subida de 2012.

Así, el informe anual de la Agencia Tributaria correspondiente al año 2015 refleja que esta reforma tuvo un impacto negativo en la recaudación por IRPF en dicho ejercicio, al reducirse en 4.390 millones de euros, pese a que ese año el PIB nominal de la economía española creció un 3,2%.

Además, la Agencia Tributaria destacó el impacto de la reforma en la desviación que se registró respecto a las previsiones presupuestarias en 2015, de 4.103 millones, pese a que “el entorno económico fue más favorable de lo contemplado en las previsiones que acompañaron los Presupuestos para 2015”.

Asimismo, ya que la rebaja de los tipos impositivos del IRPF se realizó de forma progresiva entre 2015 y 2016, el informe anual correspondiente a este último ejercicio reflejó un impacto negativo de 4.487 millones en la recaudación de ese tributo, pese a que el PIB real creció dos décimas por encima de lo previsto por el Gobierno en ese ejercicio.

(SERVIMEDIA)