El PP pide a Iglesias que dimita por su «nefasta» gestión del coronavirus y el vicepresidente le acusa de «traición a España»

El secretario general del PP, Teodoro García Egea, pidió este miércoles al vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, que asuma responsabilidades por su “nefasta gestión” de la crisis del coronavirus, a lo que el aludido contestó recriminando a los populares su “traición a España” por aliarse en la Unión Europea con aquellos que piden condicionar las ayudas europeas a los países afectados.

En un intercambio de la sesión de control en el Congreso que, como de costumbre entre estos dos protagonistas, basculó entre diferentes temas, García Egea comenzó recordando una antigua frase de Iglesias: “En política no se pide perdón, se dimite”. Como ahora no obra en consecuencia, le preguntó si “le ha merecido la pena enterrar todos sus principios por estar ahí sentado”, en la Vicepresidencia.

Prosiguió insistiendo una semana más en que el Gobierno asumió el mando único de la crisis del coronavirus y, por tanto, “la gestión es suya y la responsabilidad también”. Y terminó preguntando a su interlocutor cuántos españoles han muerto víctimas del coronavirus, pues a su juicio que los que han salvado la vida lo han hecho gracias a los Ejecutivos autonómicos del PP “a pesar del Gobierno”, y “qué tipo de responsabilidad asume por la gestión de esta crisis”.

Iglesias contestó lacónicamente “Toda la responsabilidad, señoría”, por lo que García Egea coligió que, en ese caso, debía “hacer una reflexión” sobre lo que pedía para otros por “la muerte de un perro”, el que murió en la crisis del ébola, y en cambio no asume ahora por su “nefasta gestión”.

Luego echó en cara al ministro de Consumo, Alberto Garzón, que insulte al turismo diciendo que no genera valor añadido; a la de Trabajo, Yolanda Díaz, que llame esclavistas a los agricultores, y al propio Iglesias le pidió que no insulte a la Guardia Civil, porque cuando “tiene problemas” con la protección de su vivienda son estos agentes los que “dan la vida por protegerle a usted”.

Finalmente, le reprochó que “los mayores no pueden contar con usted ni con su Gobierno”, porque residencias de ancianos, según se ha publicado, llamaron pidiendo ayuda al secretario de Estado de Derechos Sociales, Nacho Álvarez, y no obtuvieron respuesta.

“Mire su móvil, porque también tiene llamadas perdidas y para muchas personas ya es tarde”. Y remató con una habitual semblanza de la evolución de Iglesias “de los indignados a los enchufados, de los círculos a la poltrona”, y lo atribuyó a que “París bien vale una misa”, la célebre frase de Enrique IV de Francia que se convirtió al catolicismo para acceder al trono.

Iglesias identificó en seguida la cita histórica y le contestó con otra de Felipe II: “Prefiero perder dos mil estados antes que gobernar sobre herejes”. Él dijo no saber “muy bien en qué posición están ustedes”, pero interpretó que “la provocación constante, el berrinche, la mala educación” que a su juicio muestra el PP se debe a que “no aceptan perder” y sólo “creen la democracia si gobiernan”, mientras que, si no lo hacen, “son capaces de cualquier cosa para recuperar el poder que entienden que les corresponde por derecho divino”.

En esa línea, desembocó en que los populares, en la UE, están “colaborando con la extrema derecha holandesa, austríaca y danesa para que las autoridades europeas traten de condicionar la ayuda a España para hacer recortes a los servicios públicos”. Y acusó: “Eso se llama traición a España”.

Iglesias terminó pidiendo al PP que sea una “oposición digna” y sus miembros dejen de “insultar” y “crispar”, porque, en ese caso, “tendrán la mano tendida de este Gobierno”. Un final singular cuando se especula sobre posibles acercamientos del PSOE a Ciudadanos y el PP de cara a los Presupuestos, que dejarían menoscabada la posición de Unidas Podemos como aliado de Gobierno de los socialistas.

(SERVIMEDIA)