Comparamos la antigua y la nueva Gran Vía de Madrid tras la reforma de Carmena

Una de las calles más emblemáticas de Madrid, la Gran Vía, estrena este viernes su nueva cara, con menos carriles para el tráfico y más espacio para los viandantes.

Las obras de transformación que se iniciaron el pasado mes de marzo han costado 6 millones de euros.

Los 6 carriles que tenían los coches para circulan se han convertido en cuatro, y las nuevas aceras, mucho más amplias,  incluyen 143 bancos para el descanso. 33 de ellos son de madera y metal, y tienen un diseño modular para adaptarse a distintos espacios; y los otros 110 son de granito.