Síntomas que podrían estar avisándote de un cáncer y a los que no prestas atención

El cuerpo manda señales que es conveniente escuchar. No es que sea conveniente, es que puede incluso salvarnos la vida. Ya se sabe que más vale prevenir que curar, y así es también en el caso del cáncer. El cáncer es un grupo de enfermedades que pudiera causar casi cualquier signo o síntoma. Los signos y síntomas dependerán de la localización del cáncer, de lo grande que sea, así como de cuánto afecta a los órganos o los tejidos. Si un cáncer se propaga, es decir, si hace metástasis, entonces los signos o síntomas pueden aparecer en diferentes partes del cuerpo.

El cáncer es ocasionado por cambios en el ADN dentro de las células. El ADN dentro de una célula viene en un gran número de genes individuales. Cada uno de esos genes individuales contiene un grupo de instrucciones que indica a la célula qué funciones realizar, y cómo crecer y dividirse. Los errores en las instrucciones pueden hacer que la célula detenga su función normal y se convierta en una célula cancerosa. Si lo detectas a tiempo, más posibilidades tendrás de curarte.

Cansancio extremo

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El cansancio es un agotamiento extremo que no se pasa por más que durmamos o descansemos. Puede ser un síntoma importante y que gana terreno a medida que el cáncer progresa. No obstante, en algunos cánceres, como leucemia, el cansancio puede ocurrir solamente al principio. 

El cansancio se puede deber a varias causas como por ejemplo cambios en el organismo provocados por el tumor. Las células tumorales compiten con los nutrientes perjudicando a las células sanas y esto puede provocar fatiga.

Pérdida de peso sin motivo

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La mayoría de las personas con cáncer experimentan pérdida de peso en algún momento. Y pierden peso sin una razón explicable, y ese puede ser el primer signo del cáncer. Es un síntoma muy frecuente en el cáncer de páncreas, estómago, esófago o pulmón.

Una pérdida de 5 kilos de peso sin motivo claro puede ser motivo de preocupación. Según la Sociedad Estadounidense de Oncología Clínica el 40% de las personas con cáncer informan de pérdida de peso sin motivo cuando son diagnosticadas.

Fiebre

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La fiebre es un síntoma muy frecuente en los pacientes de cáncer. No obstante, ocurre sobre todo una vez que el cáncer se ha propagado por todo el organismo. Prácticamente todos los pacientes de cáncer sufren fiebre, muy especialmente si la enfermedad o su tratamiento afectan al sistema inmunológico.

En la leucemia o en el linfoma, la fiebre puede ser un signo temprano de cáncer. Los tumores cancerígenos segregan sustancias en el organismo que provocan reacciones en cadena, y una de ellas puede ser la fiebre.

Cambios en la piel

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Y no solamente en los cánceres de piel. Hay cánceres que pueden causar cambios visibles en la piel. Estos síntomas pueden ser muchos y variados. Por ejemplo, una hiperpigmentación u oscurecimiento de la piel, una coloración amarillenta de la piel y de los ojos, enrojecimiento de la piel, crecimiento excesivo de vello, una irritación que no acaba de curarse…

La piel se puede oscurecer por tomar anticonceptivos o depilarse las axilas, enrojecerse por una infección o tomar un color amarillento por una anemia o por cálculos biliares. Si no tienes muy claro a qué se debe, avisa cuanto antes a tu médico para salir de dudas.

Heridas que no cicatrizan

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Si tenemos una herida que, pasadas cuatro semanas, no cicatriza, hay que tener cuidado. Una llaga en la boca que no se cura puede deberse a un cáncer oral. Cualquier dolencia en la boca que tarde demasiado tiempo en irse debe ser examinada por un médico o dentista.

Si te salen llagas en los órganos sexuales, tres cuartos de lo mismo. Podría tratarse de una infección o de un cáncer en estado incipiente. 

Sangrado inusual

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La sangre siempre es signo de mal agüero. Un sangrado inusual, sin explicación aparente, puede acompañar al cáncer tanto en su etapa inicial como ya avanzada. Toser sangre podría ser un signo de cáncer de pulmón.

Si encuentras sangre en tus excrementos, podría tratarse de un signo de un cáncer de colon o de recto. Un sangrado vaginal anormal puede indicar un cáncer de cuello uterino del endometrio. Y si hay sangre en tu orina, cáncer de vejiga o riñón.

Dificultad para tragar

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Una dificultad persistente para tragar puede ser un signo de cáncer de esófago, estómago o faringe. Si el problema está en el esófago, el dolor al tragar será con alimentos duros como el pan, y no tanto con líquidos. En cambio, si el origen está en la laringe también puede resultar molesto beber.

Fumar es un claro factor de riesgo para padecer este síntoma. No obstante, esta dolencia puede deberse también a un reflujo gastroesofágico que se produce cuando el contenido del estómago retrocede de nuevo al esófago.

Endurecimiento en una parte del cuerpo

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Muchos cánceres se pueden palpar a través de la piel. Estos cánceres se presentan principalmente en los senos, los testículos, los ganglios linfáticos y en los tejidos blandos del cuerpo.

Una masa o endurecimiento de una zona de la piel puede ser un signo temprano o tardío de cáncer.

Cambios en los hábitos de evacuación

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El estreñimiento, la diarrea o un cambio en el tamaño de las heces fecales por un tiempo prolongado puede que sea un signo de cáncer del colon. Por otro lado, el dolor al orinar, sangre en la orina o cambios en la función de la vejiga, como orinar con mayor o menor frecuencia, pudieran estar relacionados con cánceres de vejiga o próstata. 

Cambios en un lunar

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Cualquier verruga, lunar o peca que cambia en color, tamaño o forma, o que pierde su borde agudo debe reportarse a un médico inmediatamente. Además, se debe informar al médico cualquier otro cambio en la piel. Un cambio en la piel puede ser un melanoma que se puede tratar eficazmente si se encuentra temprano.

Estos son los síntomas más comunes que pueden anunciar un cáncer. Pero puede haber muchos más, y conviene estar siempre pendiente y consultar a un médico a la menor duda.