El blackjack, ¿un juego español?

Los juegos de casino están más de moda que nunca. La facilidad de acceso que han posibilitado, en primer lugar, la aparición de internet, dando paso a la creación de los casinos online, y, en segundo lugar, el desarrollo y la mejora de las aplicaciones móviles, han hecho posible que los juegos de casino sean una opción de entretenimiento con un gran calado en nuestros días.

Juegos como la ruleta, el póker, las máquinas tragaperras, el bacará, también conocido como punto y banco, o el blackjack tienen millones de seguidores en todo el mundo. Pero detengámonos en el caso concreto del blackjack, un juego de azar consolidado que entra dentro de la categoría que podríamos denominar como push your luck –empuja tu suerte-, una mezcla de suerte, estrategia y conteo de cartas. Un juego tenso en el que, hasta el último momento, puede ocurrir de todo, motivo por el que tiene tanto éxito en los casinos físicos y virtuales.

El origen español del blackjack

No existe ninguna certeza sobre el origen real del blackjack. Se sabe que desde la aparición de la imprenta se popularizó el uso de los naipes en Europa, con una gran variedad de juegos. Antes de la imprenta, las cartas eran artículos poco frecuentes, puesto que había que hacerlas a mano. Su repentina accesibilidad hizo que se convirtieran en un gran entretenimiento en una época en la que no contaban con la abundancia de alternativas de ocio que sí tenemos en nuestros días.

Son muchas las voces que sostienen que el origen del blackjack es español, un hecho que hasta la fecha no se ha podido constatar. La razón que esgrimen los defensores de esta teoría es que la primera noticia que hay sobre la existencia del blackjack, más bien de su precursor, la veintiuna, aparece en un texto de Miguel de Cervantes, el más grande escritor en lengua española. El Manco de Lepanto, en su obra Rinconete y Cortadillo, novela publicada en 1601, que cuenta la vida y los pesares de dos pícaros sevillanos del Siglo de Oro, hizo referencia al célebre juego: “(…) Quiero dezir, que jugaremos los dos a la veyntiuna, como si fuesse de veras (…)”.

Este fragmento sirve como prueba de la popularidad de la veintiuna a principios del siglo XVII e invita a pensar que su invención es anterior a este siglo. Pero el hecho de que esta sea la primera referencia que existe del juego, no significa que el juego fuese concebido en España, claro, que tampoco lo descarta.

Sea como fuere, tiempo después, serán los franceses quienes lleven la veintiuna a Lousiana y a la ciudad de Nueva Orleans. Poco a poco, el juego fue añadiendo modificaciones hasta quedar como lo conocemos hoy en día, momento en el que se ha convertido en uno de los juegos favoritos de los habituales de los casinos.

En qué consiste el blackjack

Este afamado juego cuenta con una mecánica muy sencilla. En el blackjack, los jugadores se enfrentan a la banca, a quien deberán vencer de manera individual. Consiste en sacar cartas para intentar sumar un valor total de 21. Si el jugador o la banca superan 21, habrán perdido. Si no alcanzan 21, el ganador será quien haya obtenido un valor más alto sin haber sobrepasado ese número.

Al comienzo de la ronda, el crupier reparte dos cartas a cada jugador. Corresponde a este, dependiendo del valor que sume su mano, pedir más cartas o quedarse como está, teniendo en cuenta que, nunca, bajo ningún concepto puede sobrepasar un total de 21.

Es necesario jugar al blackjack con una baraja francesa (A, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, J, Q, K) y cada carta cuenta con el valor numérico que tiene impreso, con la excepción del as, que tiene un valor de 11 –dependiendo del desarrollo del juego también puede tener un valor de 1-, y las figuras: la jota (J), la dama (Q) y el rey (K), que tienen un valor de 10 cada una.

Además de pedir cartas para ir sumando, hay una serie de acciones que se pueden realizar, lo que le da mucha más profundidad al juego y una nueva complejidad. Estas acciones reciben el nombre de: apertura, seguro, doblada y retiro.

El blackjack es un juego muy divertido gracias a su dinamismo y rapidez. En todo momento estás dentro de la partida y cada carta que se muestra puede darte un vuelco al corazón. Un juego tremendamente recomendable que hay que probar alguna vez en la vida. Aprende estrategias de blackjack, practica y consigue vencer a la banca haciendo uso de tus conocimientos.

Todos los casinos del mundo cuentan con mesas de blackjack, uno de los grandes clásicos de los juegos de azar y son millones de personas las que, a diario, siguen buscando sumar veintiuno.