El FC Barcelona es uno de los equipos que más se ha movido en este mercado de fichajes de verano para poder encontrar a los jugadores idóneos que le permitan reforzar de buena forma su plantilla de cara a la temporada que viene, en la que esperan no ser el hazmerreír de los cinco continentes.
Los catalanes, bajo la dirección técnica de Ernesto Valverde y, más que todo, Quique Setién, han vivido un año para el olvido: perdieron LaLiga Santander a manos de su más acérrimo rival, el Real Madrid, y todo el planeta vio cómo el Bayern Múnich los humilló brutalmente 8-2 en el partido correspondiente a los cuartos de final de la UEFA Champions League.
Si bien es cierto que el FC Barcelona es un club que anualmente dice presente en la última instancia de las mejores competiciones y casi siempre termina haciéndose con cualquiera de éstas, la temporada 2019/2020 se convirtió en una película de terror para todos en la institución, desde la directiva hasta el cuerpo técnico y jugadores, quienes han tenido que cargar con las críticas y ataques de sus fanáticos.
En este sentido, Josep Maria Bartomeu, presidente del cuadro blaugrana, sabe que debe sacar al equipo de las cenizas y transformarlo en una hermosa ave fénix que traiga alegría a los corazones de todos y cada uno de sus hinchas. Es por ello, que su primer movimiento fue destituir rápidamente al anterior entrenador y traer al mítico Ronald Koeman, quien en su etapa como jugador militó en el combinado culé.
Sin embargo, esa felicidad que consiguieron con el director técnico neerlandés desapareció cuando Lionel Messi, máxima figura del cuadro azulgrana por años y seguramente el mejor de toda su historia, envió un burofax en el que aseguraba que iba a ejecutar la cláusula en su contrato que le permite marcharse unilateralmente del club al término de cada temporada como agente libre.
Ahora, el mandamás del veintiséis veces campeón de LaLiga Santander ha encendido las alarmas y ha comenzado a mover sus piezas en el tablero para encontrar la forma de hacerse con los servicios de un jugador que pueda ayudar a superar la probable marcha del astro argentino. Por lo que él decidió, luego de una extensa conversación con Ronald Koeman, que sus energías, tiempo y dinero irán directamente hacia un solo objetivo: adquirir lo antes posible al atacante estrella y capitán del Olympique de Lyon de la Ligue 1 de Francia, Memphis Depay, quien estaría más que dispuesto a formar parte de esta nueva era del FC Barcelona.
El neerlandés salió en el 2017 del Manchester United de la Premier League de Inglaterra como un don nadie y recaló en el conjunto francés a cambio de 20 millones de euros, equipo con el que revivió su carrera deportiva y terminó siendo uno de sus principales pilares para lograr avanzar hasta las semifinales de la presente edición de la Liga de Campeones. No obstante, es bien sabido que el Olympique de Lyon no lo dejará irse por una cantidad baja de dinero, así que Josep Maria Bartomeu tendrá que colocar 50 «kilos» en la mesa de negociación para que comiencen las conversaciones.
Pese a que 50 millones de euros es una cifra prácticamente inasumible en estos momentos para el FC Barcelona, ellos consideran que podrían llevar a cabo un trueque con los franceses, entregándoles a un jugador con el que no cuenten para esta campaña y algo de dinero para compensar el tiempo invertido. Sin embargo, deberán moverse lo más rápido que puedan, ya que el todopoderoso Paris Saint Germain estaría preparándose para hacer una oferta que deje más que complacidos a los dueños de su rival en la Ligue 1.
