Las patatas parisinas son una receta fácil de preparar y la verdad es que también es ideal para acompañar cualquier tipo de comida. Su sabor suave y a la vez delicioso, las convierte en una guarnición muy valorada por el público, tanto en casa como en restaurantes.
Si disfrutas cocinando y presentando platos atractivos, que llamen la atención antes de probarlos, estas son una excelente opción. Entre otras cosas, porque rompen con las clásicas fritas y otorgan a la comida algo de distinción. Estamos acostumbrados a recetas y formas de cocinar este tubérculo muy parecidas entre sí así que si quieres salir de esa monotonía, aquí tienes tus pasos para hacerlo.
Otra forma de hacerlas
Existen diferentes formas de realizar esta receta, una de ellas es pasándolas por un pasapurés después de sacarlas del agua. Ahí, una vez hervidas las tendrías que pasar por este utensilio para que te queden bien molidas.
Otro ingrediente que puedes echar además de mantequilla es la nata. En orden, tendrías que echar primero la mantequilla a temperatura ambiente y la nata con un poco de pimienta molida y mezclar todo. Después, echa toda esto en una manga pastelera. Colócalo en una hoja de papel de hornear sobre la bandeja de horno y haz montoncitos rizados. Bate un huevo y echa un poco en cada patata y, a partir de ahí, solo tendrás que precalentar el horno a 180º e introducirlas hasta que queden doradas.
Las patatas
Este tubérculo proviene de América, más exactamente del cultivo en territorio peruano. Fue introducido en España y Europa por oficiales españoles que pudieron observar cómo se preparaba en esas tierras. Más tarde, la cocina europea fue adaptando sus recetas y hoy es uno de los alimentos más extendidos y utilizados en todo el mundo.
Además, se trata de un alimento sumamente nutritivo. Este es fuente de proteínas y aminoácidos esenciales, además de ser rica en potasio. La patata es una hortaliza o tubérculo altamente energético y te protege de problemas cardiovasculares.
