Juan Rubiales, tío de Rubiales, no ha dejado a nadie indiferente con la última entrevista concedida para hablar del expresidente de la RFEF
Ser familia no significa siempre tener una buen vínculo y una buena relación, y si no que se lo pregunten al tío de Rubiales, Juan Rubiales. En una reciente entrevista, el que fuera jefe de gabinete del expresidente en la RFEF, se ha despachado a gusto contra su sobrino mostrando su verdadera cara, «Luis es una persona que siempre ha intentado presentarse como víctima de una especie de conspiración mundial en la que o está AFE, o está LaLiga, o está el fútbol sala, o hasta el fútbol femenino…».
Además de hablar sobre su continua victimización, como en el reciente caso de Jenni Hermoso, añadía también sobre el expresidente, «Es un señor con una soberbia enorme que considera que todos los demás son inútiles menos él. Es un señor con una ambición tremenda, un señor comido por el deseo de dinero, de lujo, de sexo…».
Al más puro estilo de Pajares y Esteso
Lo que sucedió sobre el césped durante la final del Mundial de Fútbol Femenino fue más propio de una película de Pajares y Esteso que del comportamiento de un presidente de la RFEF. El tío de Rubiales asegura que lo de Jenni Hermoso le pareció increíble y no dudo en extrapolar esa situación a los presidentes de los clubes de fútbol, dejando claro que jamás sucedería en ese caso.
Lo mismo sucede con la actuación de Rubiales en el palco, cuando el expresidente se llevo las manos a su entrepierna al grito de «por tus cojones». Sobre esto, Juan Rubiales era tajante, «[…] lo del palco fue ya la representación berlanguiana de lo que es un patán metido a presidente de la RFEF. Un auténtico patán, un cateto metido a presidente de la RFEF».
Tío de Rubiales: «Había que servir al patrón»
Los años que duró la presidencia de Luis Rubiales en la RFEF, entre 2018 y 2023, están considerados como años del miedo. Los trabajadores de esta época han vivido en un ‘estado del terror’ en el que quienes doraban la píldora al expresidente se creían con autoridad para hacer lo que les diera la gana. Según el tío de Rubiales, «Era gente que gritaba, que amenazaba, que advertía que en el paro había mucha gente esperando…».
En ese mundo de soberbia, despotismo y egocentrismo en el que parece claro que vivía el expresidente de la RFEF «Había que servir al patrón. Y todos en línea con el patrón. Y el que no estuviera alineado, a la calle», declaraba tajantemente Juan Rubiales sobre su sobrino y la cohorte que le segía.