El Instituto de Investigación en Política de Bienestar Social (Polibienestar) de la Universitat de València (UV) participa en el proyecto europeo EU-VETCARE desarrollando material educativo para facilitar la prestación adecuada de atención sociosanitaria a niños refugiados y migrantes.
El resultado del proyecto liderado por Carolina Moreno Castro, catedrática de la UV, es un curso formativo en línea para estos profesionales que se impartirá en junio, con la convocatoria abierta en la plataforma.
EU-VETCARE tiene una duración de tres años, está cofinanciado por el programa ERASMUS+ de la UE y finaliza en agosto. Su objetivo es mejorar las capacidades para una mejor atención sanitaria a los niños refugiados y migrantes. Ya ha diseñado materiales educativos para la formación de los profesionales sanitarios o sociosanitarios encargados de proporcionar asistencia sanitaria a este grupo vulnerable.
El consorcio está formado por organizaciones de cinco países europeos: Polibienestar en España, el Centro Etno-Médico en Alemania, la Universidad Tecnológica de Chipre, Zadag ltd en Italia y el Instituto Prolepsis y Faros en Grecia, detalla la UV.
La investigación y trabajos de EU-VETCARE, con debates de grupos focales, mostraron que los sanitarios se enfrentan a problemas y deficiencias en la prestación de atención a niños migrantes y refugiados, muchos con síntomas de agotamiento ocupacional.
La falta de antecedentes médicos y de vacunación, así como de datos epidemiológicos en el país de origen, y los procesos burocráticos son los principales problemas. El insuficiente número de traductores y mediadores culturales, junto con la falta de competencias interculturales, también se encuentran entre las principales barreras denunciadas por los trabajadores.
Es más, la investigación previa detectó que tienen especial necesidad de seguir formándose en cuestiones relacionadas con marcos jurídicos, protocolos de trabajo con los niños, gestión del agotamiento laboral, colaboración interdisciplinaria y competencias interculturales. También necesitan adquirir habilidades para una comunicación efectiva con la infancia y el reconocimiento de problemas psicológicos de trauma y adicción, especialmente el consumo de alcohol y sustancias.
Desde 2015, España y otros países europeos han experimentado una gran afluencia de flujos de refugiados y migrantes debido a conflictos en Oriente Medio y a la pobreza en otras partes del mundo. Niños migrantes o refugiados, especialmente los menores no acompañados, se enfrentan a muchos riesgos durante su viaje a Europa, lo que les hace particularmente vulnerables.
A todo ello se suman las malas condiciones de vida en el país de acogida y la falta de acceso a los servicios de salud y la educación, que suponen una carga adicional para su salud mental y física. Las emergencias de salud pública como la pandemia les hacen «aún más vulnerables», debido al acceso insuficiente al agua potable y a las condiciones básicas de higiene.