La ciencia no deja de evolucionar y dar con nuevos descubrimientos que pueden ser claves para entender el pasado, el presente y el futuro de nuestro planeta. En este sentido, tanto Elon Musk, a través de su compañía espacial SpaceX, como la NASA, tienen en marcha importantes proyectos para el futuro.
Sin embargo, ahora los científicos han lanzado un mensaje de alarma después de detectar una anomalía en el Atlántico Sur. Este tiene que ver con que el campo magnético de la Tierra tenga un punto débil que se agranda y que puede llevar a que los expertos tengan que replantear sus misiones programadas.
EL CAMPO MAGNÉTICO AFECTA A LAS MISIONES DE LA NASA

Después de que Elon Musk haya planeado bloquear el Sol para combatir el calentamiento global, ahora el dueño de SpaceX, al igual que la NASA, se ha encontrado con un problema que puede afectar tanto a misiones espaciales como a sus flotas comerciales.
Todo ello tiene que ver con la expansión de una zona debilitada del campo magnético terrestre que está generando inquietud entre los expertos y organismos espaciales, puesto que está provocando un aumento de la exposición a la radiación solar.
Los satélites Swarm de la Agencia Espacial Europea (ESA), que se encargan de la monitorización de la evolución del escudo magnético, han registrado durante más de una década un crecimiento sostenido de esta anomalía.
Sus datos revelan que la región debilitada del planeta ha aumentado de tamaño hasta abarcar una superficie que no es nada desdeñable, lo que no hace más que confirmar la tendencia a la baja en la intensidad del campo.
LA NASA ADVIERTE DE LOS RIESGOS PARA LOS SATÉLITES

Un nuevo estudio publicado en la revista Physics of the Earth and Planetary Interiors muestra cómo un grupo de investigadores ha documentado que, en el punto más frágil de la Anomalía del Atlántico Sur, se alcanza una intensidad mínima de 22.094 nanoteslas, una cifra que muestra que hay menos protección frente al impacto de partículas que provienen del Sol.
Este descenso que se ha apreciado hace que crezca la probabilidad de que tengan lugar fallos electrónicos, así como interrupciones en las comunicaciones, y también pueden dar lugar a un mayor número de daños en los sistemas que controlan los dispositivos orbitales. De todo ello ha advertido la NASA.
En este sentido, la empresa espacial de Elon Musk, SpaceX, está alerta, ya que las constelaciones de baja órbita como su red de satélites Starlink tendrán que adoptar nuevas estrategias de protección por la exposición repetida a esta franja vulnerable.
Es por ello por lo que los fabricantes que están detrás de estos satélites tendrán que integrar nuevos blindajes y sistemas capaces de soportar una mayor carga de radiación, de forma que se puedan evitar alteraciones en los equipos y que se pueda garantizar la continuidad del servicio.
PELIGRO PARA LAS MISIONES DE LA NASA

Mientras Jeff Bezos y Blue Origin preparan un viaje a Marte junto a la NASA, hay que tener en cuenta que este problema con el campo magnético de la Tierra hace que los astronautas tampoco estén a salvo.
La Estación Espacial Internacional atraviesa con sus órbitas esta zona debilitada en varias ocasiones, lo que hace que los astronautas de la NASA y otras agencias espaciales se expongan a un aumento temporal de radiación.
Aunque las estancias son limitadas, el riesgo acumulado preocupa a la NASA y al resto de agencias que gestionan misiones de larga duración. Es por ello por lo que ya han comenzado a trabajar para tratar de ajustar los protocolos de seguridad para reducir los efectos potenciales que puede tener sobre la salud.
Los cambios identificados por los satélites también muestran alteraciones en regiones de mayor intensidad del hemisferio norte. Fruto de las investigaciones, se ha podido ver cómo las áreas que se encuentran sobre Canadá han perdido fuerza, mientras que las situadas sobre Siberia muestran un aumento.
Los diferentes especialistas relacionan estas variaciones con los movimientos del hierro líquido en el núcleo, aunque aún no se conoce con exactitud su origen. Los autores del estudio consideran prioritario que los futuros sistemas cuenten con materiales más resistentes y diseños adaptados a la expansión de dicha anomalía.
POSIBLES RIESGOS DE LOS QUE ADVIERTE LA NASA

A pesar de que los científicos no comprenden del todo el origen de la Anomalía del Atlántico Sur, que es una región del tamaño de Europa que se sitúa entre Sudamérica y África, cubriendo el 1% de la superficie terrestre, tienen una teoría. Sugieren que tiene lugar por inestabilidades en el hierro líquido presente en el núcleo de la Tierra, que generan fluctuaciones del campo magnético.
El campo magnético de la Tierra se origina por el movimiento de metales líquidos como hierro y níquel a unos 3.000 kilómetros bajo la superficie, un flujo que convierte la energía cinética en magnética, creando una barrera frente a las partículas solares y la radiación cósmica.
Este escudo invisible es fundamental para la vida en la Tierra, pues mantiene la atmósfera terrestre y bloquea la radiación dañina que procede del Sol. Aunque los expertos de la NASA aseguran que no hay motivo para alarmarse, la expansión de la Anomalía del Atlántico Sur plantea desafíos para la seguridad espacial.
Los satélites que sobrevuelan nuestro planeta pueden recibir dosis más altas de radiación, lo que aumenta el riesgo de fallos técnicos o apagones temporales. Además, los astronautas y las tripulaciones aéreas que vuelan sobre latitudes elevadas se exponen a una radiación ligeramente mayor allá donde el campo magnético es más débil.
Aunque por el momento solo se sugieren los problemas que puede llegar a provocar y la necesidad de tomar medidas, sí que los expertos de la NASA recalcan que es importante continuar investigando para tratar de prever cómo se comporta el campo magnético.
Los investigadores destacan que comprender las variaciones de esta anomalía es fundamental para anticipar los posibles cambios que pueda haber en el escudo magnético y en la actividad del núcleo terrestre.






