Epílogo deslumbra con "Historias del Guadiana": el menú de caza que Rubén Sánchez Camacho convierte en un recorrido sensorial

-Estrella Michelin y sabor a orígenes: el menú “Historias del Guadiana” con el que Epílogo redefine la cocina manchega

El restaurante Epílogo situado en Ciudad Real, concretamente en Tomelloso, cuenta en sus fogones con el chef Rubén Sánchez Camacho. Sánchez Camacho, jefe de cocina de Epílogo, donde ha creado una singular interpretación de la cocina Manchega de Vanguardia. El restaurante está reconocido con una Estrella Michelín y un Sol Repsol, pero es cierto que siguen buscando la excelencia e innovando en sus platos cada día.

En este sentido, desde Qué!, nos trasladamos a Tomelloso para vivir la experiencia de primera mano. Cruzamos las puertas del restaurante Epílogo para vivir una experiencia que prometía tanto viaje como cocina. El menú degustación del chef Rubén Sánchez Camacho es "Historias del Guadiana -Capítulo 1: Un día de caza".

"Este menú nos tiene que recordar a lo que se come en un día de caza. Nos hemos inspirado en el curso del río Guadiana, uniendo así culturas, territorios y sabores, desde Castilla-La Mancha hasta Andalucía y Portugal", nos explica Rubén Sánchez Camacho en un discurso gastronómico para poder entender toda la secuencia de platos que vendrían a la mesa.

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EL INICIO DE UN VIAJE EN EPÍLOGO

El restaurante Epílogo no es un local cualquiera, es decir, cuenta con un Sol Repsol y está recomendado por la Guía Michelin. El entorno es moderno, luminoso y sobrio, con capacidad para unas 40 personas. Además, no solo se centran en la comida, también en la bebida. Ramón Sánchez-Camacho, hermano del chef, ejerce como sumiller, y su pasión por el vino aporta una dimensión extra al menú.

Nuestra experiencia comenzó con una degustación de tres aceites, concretamente, arbequina, picual y picual con cornicabra, acompañada de una selección de panes artesanos. Una vez servidos los aceitas, llegan los primeros bocados encabezados por la mantequilla de txuleta con anchoa; una porción de pasa de asadillo Manchego que incluía debajo migas.

A continuación Rubén nos sorprendió con dos bocados a cada cual más extraordinarios, el primero de sardina y pistacho, y el segundo, novedad de la nueva propuesta del chef fue el bocado de trucha con mantequilla de jamón. Siguiendo con los entrantes, vino el pato, que el chef explicó que lo curan como si fuera un jamón y lo dejan secar casi 40 días. Para cerrar con los aperitivos, nos deleitó con un plato que evoca la desembocadura del Guadiana, el royal de mejillón.

Una vez terminamos con los aperitivos, el chef no quiso que nos perdiéramos un plato estrella y que siempre mantiene en sus menús degustación, la croqueta, con una textura clásica pero con un sabor realmente para repetir. Lo que más nos sorprendió y que es un plató nuevo para dicho menú fue el pollo asado.

Si hablamos de pollo asado nos pensamos que se trata de un pollo y ya, pero Rubén Sánchez tiene sorpresas para todo. La presentación de dicho plató nos hacía dudar, primero un cuenco con el caldito que nos llevaba a recordar el caldo de cuando pedíamos pollo asado; y se servía acompañado de un trozo de piel del pollo, y una lámina de pollo, que proclamaba al pollo asado como el plató estrella.

Tras el pollo vino la orza preparada con atún; los galianos, que eran una especie de sandwiches con carne y en un lado su salsa; el ajo blanco con melón y anguila; y la sopa de ajo como un clásico en la cocina de Rubén Sánchez.

Entre los platos más contundentes y con explosión de sabor, nos encontramos con un caldo de bogavante y porciones de cangrejo; siguiendo con el mundo perdiz, pudiendo saborear varias partes de la perdiz en los especiales formatos y emplatados del chef de Epílogo. Asimismo, otro de los platos más sorprendentes fue el guiso de piel de atún, una receta arraigada en la tradición manchega, según el chef, muy vinculada a su infancia.

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Plato Mundo Perdiz Fuente: Propia

Pasando al broche final, Epílogo mantiene su sello, el risotto de piñones, con queso manchego, una pieza inevitable. Pero también ha querido innovar con un sorbete de mandarina. Y, para acompañar los cafés y cerrar la experiencia, Sánchez preparó su 'Petit Four', una serie de bombones especiales que terminan de endulzar el final.

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Fuente: Propia

Salir de Epílogo tras probar este menú es como dejar un río que nos ha cautivado. El chef Rubén Sánchez-Camacho ha escrito un capítulo profundo sobre su vínculo con la tierra, con la caza y con el mar, utilizando las aguas del Guadiana como hilo conductor. Nos transportó con sabor, con tradición y vanguardia, con ingredientes locales y técnicas de altura.

El menú “Historias del Guadiana – Capítulo 1: Un día de caza” no es solo una comida, es un viaje. Es una forma de entender la gastronomía como un relato cultural, como la memoria de una región rica, diversa, unida por un río. En Epílogo, cada bocado es parte de un Epílogo pero también de un nuevo comienzo.

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