En una entrevista para El País, el nonagenario reportero ha dado un giro radical a su postura sobre la reina Letizia. Tras años de ataques frontales, ahora confiesa una admiración hacia la esposa del rey Felipe VI. Pero sus palabras no se quedan ahí. Con la honestidad que le caracteriza, Peñafiel ha lanzado una predicción sobre el futuro de la monarquía que afecta directamente a la princesa Leonor.
Jaime Peñafiel cumple 93 años y contempla 70 de carrera. Eso le da una libertad que muy pocos pueden permitirse. En su piso, con vistas a la Casa de Campo, rodeado de fotos con reyes y presidentes, habla sin rodeos. Siempre ha sido el gran detractor de la reina Letizia, un crítico feroz cuya pluma ha dejado huella en libros y artículos. Pero el tiempo, parece, lo cambia todo. O al menos, matiza las cosas. En una conversación con el diario El País, el veterano periodista ha soltado lastre. Ha hecho una confesión que nadie esperaba y, de paso, ha vaticinado cómo ve el porvenir de la Corona española con Leonor al frente.
La confesión inesperada de Jaime Peñafiel sobre la reina Letizia

Peñafiel reconoció sin tapujos la dureza que ha empleado con ella a lo largo de los años. “No se lo pusimos fácil. Fuimos muy duros con ella, le atacamos mucho por su familia y su pasado”, admitió. Esa es la línea que siempre ha defendido y que quedó plasmada en libros como ‘Los tacones de letizia’ o ‘Letizia y yo’. Pero acto seguido, llegó el giro.
La frase que cambia por completo la narrativa de años de discurso en contra de la reina. “En el fondo, la admiro”, confesó el periodista y definitivamente, no lo estábamos esperando. No fue una rectificación, sino una capa de complejidad sobre una enemistad pública entre su persona y la Familia Real. Dijo, además, que le agradaría hacer las paces con ella, argumentando que le gusta “estar reconciliado con todo el mundo”. Esta declaración sorprende por venir de quien la hace. Muestra a un Peñafiel, quizás más reflexivo en sus últimos años, aunque sin renunciar a su esencia.
La anécdota de la foto que revela una tensión latente

En su salón, hay una instantánea en la que Peñafiel abraza a Letizia, entonces princesa de Asturias. Él sonríe, ella tiene un gesto serio, casi incómodo. “La tomaron el día que nos peleamos”, recuerda el periodista. Según su relato, coincidieron en un acto, tuvieron un intercambio de palabras y él le espetó: “No me señales con el dedo”. Ese momento congelado en el tiempo es un testimonio perfecto de la relación tortuosa que han mantenido por años.
A pesar de su reciente admiración, su opinión de fondo no ha cambiado del todo. “Sigo pensando que Felipe no se casó con la persona adecuada, pero eso es un problema de él”, sentenció. Y se preguntó, con la crudeza que le permite su edad: “¿Cómo acabará este matrimonio? Yo no lo voy a ver. Estoy en el límite, me quedan máximo dos años de vida”.
El vaticinio de Jaime Peñafiel para la princesa Leonor y su lealtad a Juan Carlos I

La conversación derivó hacia el futuro de la princesa Leonor. Y ahí, Peñafiel no quiso hacer conjeturas optimistas. Fue directo y contundente. “Leonor tiene 20 años. Su padre es un hombre joven, puede ser rey otros 20 años”, analizó. Planteó entonces la pregunta del millón: “¿Dentro de 20 años habrá monarquía?”. Su respuesta no dejó lugar a la ambigüedad. “Yo pienso que no, pero no lo voy a ver”, presagió el periodista. Es una predicción grave, cargada de pesimismo, que sugiere que el relevo en la Jefatura del Estado podría no producirse dentro de la institución actual. Peñafiel, con su mirada larga, no ve a Leonor proclamándose reina.
Por otro lado, para entender a Peñafiel, hay que hablar de Juan Carlos I. Es, y siempre ha sido, un defensor a ultranza del rey emérito. Aboga abiertamente por su vuelta a España. “Sería muy triste que Juan Carlos muriera en el exilio”, ha dicho en otras ocasiones, quejándose de que “los españoles hemos olvidado” que es un “magnífico rey”.
Sin embargo, incluso con su ídolo, mantiene una actitud crítica e independiente. Sobre las recientes memorias del emérito, publicadas por Laurence Debray, su opinión es: “Un rey no debe escribir sus memorias”, afirmó. Y reveló un detalle jugoso: “Don Juan Carlos se ha portado muy mal con Carlos Herrera. Carlos tenía escritas unas memorias y de pronto Juan Carlos decidió que no se iban a publicar”. Para Peñafiel, las de Herrera eran “magníficas, las mejores”, mientras que las que finalmente se publicaron las tachó de “frívolas y chismosas”.







