¿El trono de los shooters se tambalea? Durante casi dos décadas, Call of Duty ha reinado con mano firme sobre el género de acción en primera persona, marcando el calendario anual de millones de jugadores y dominando las listas de ventas. Pero este 2025 llega con un escenario diferente: DICE ha vuelto a enamorar a crítica y público con Battlefield 6, y ARC Raiders, el nuevo proyecto de Embark Studios, se perfila como una de las sorpresas más potentes del año.
Dos frentes abiertos que amenazan el lanzamiento de Call of Duty: Black Ops 7 y, de paso, la hegemonía de la saga bajo el paraguas de Microsoft, que la adquirió por casi 70.000 millones de dólares tras un duro proceso regulatorio.
El éxito de Battlefield 6 ha sido, para muchos, el renacer que EA llevaba años buscando. DICE ha recuperado el equilibrio entre caos, táctica y espectáculo que definía a sus mejores entregas, con mapas más dinámicos, un gunplay pulido y un multijugador más estable. Pero más allá de la nostalgia, su gran acierto ha sido escuchar a la comunidad y ofrecer una experiencia que se siente viva, cambiante y menos dependiente del modelo de temporadas.
Battlefield 6 ha vuelto a sus orígenes y está enamorando a la comunidad perdida, mientras que ARC Raiders apuesta por otro estilo de shooter pero está teniendo un buen inicio pese a ser título de pago
Mientras tanto, ARC Raiders ha irrumpido con una propuesta muy distinta, pero igual de refrescante. Su fórmula combina la acción en tercera persona con la tensión de los juegos de extracción (extraction shooter), donde cada incursión puede suponer tanto un golpe de suerte como una pérdida total del botín. En un mercado saturado, el título de Embark apuesta por la cooperación real, la gestión del riesgo y un universo visualmente espectacular ambientado en un mundo postapocalíptico de inspiración europea.
¿El resultado? Un título que no compite directamente con Call of Duty, pero que sí roba miradas, tiempo… y comunidad. ARC Raiders debutó con éxito en Steam alcanzando más de 260.000 jugadores simultáneos, a pesar de que es un título de pago y de problemas iniciales de los servidores.
¿Está Microsoft perdiendo el pulso con Call of Duty?
Es evidente que, desde la adquisición de Activision Blizzard, Call of Duty se ha convertido en una de las joyas más valiosas del catálogo de Microsoft. Pero esa dependencia también puede volverse en su contra. Con Black Ops 7 en el horizonte, las expectativas son altísimas: los fans piden innovación real, un motor gráfico de nueva generación y una experiencia multijugador que recupere la chispa perdida; y, sin embargo, los movimientos del mercado indican que el público empieza a diversificar su atención.
Por un lado, Battlefield 6 ha recuperado jugadores desencantados con el ritmo frenético y la monetización agresiva de la franquicia de Activision. Por otro, ARC Raiders ofrece algo que el público lleva tiempo pidiendo: un espacio para la colaboración, la exploración y la personalización profunda sin depender del "pase de batalla eterno" o los mismos vicios de todos los años. Ambos representan tendencias distintas, pero complementarias, que pueden restar relevancia al lanzamiento de Black Ops 7, incluso antes de que llegue a las tiendas.

Además, no hay que olvidar que el enfrentamiento real es con los free to play, con Fortnite como el monstruo más grande, pero también Counter-Strike, Apex Legends, Valorant... Y ni siquiera hemos mencionado Battlefield RedSec, el nuevo battle royale free to play que se ha sacado de la manga Electronic Arts y que está teniendo una muy buena acogida hasta la fecha.
A esto se suma un factor clave: la fatiga. El público ha vivido más de 15 años de lanzamientos anuales de Call of Duty, y aunque la saga sigue siendo un éxito comercial, la sensación de déjà vu pesa. Si Battlefield mantiene su buena racha y ARC Raiders consigue consolidar una comunidad activa, Microsoft podría enfrentarse a un escenario inédito: un Call of Duty que ya no es sinónimo automático de rey del shooter. Lo seguirá siendo en ventas durante muchos años, pero no en consideración.
Por primera vez en mucho tiempo, el campo de batalla no tiene un ganador claro. Y aunque Black Ops 7 sigue siendo uno de los lanzamientos más esperados del año, el dominio de Call of Duty ya no se da por hecho. Battlefield ha vuelto con fuerza, ARC Raiders ofrece aire fresco… y los fans de los shooters, por fin, tienen opciones reales para elegir una alternativa.








