La Generación Z ya ha entrado de lleno en el mercado laboral y está empezando a dejar claro qué espera de las empresas. No solo buscan un salario digno o un contrato estable. Lo que quieren es sentirse parte de algo, crecer profesionalmente y trabajar en lugares donde el ambiente y los valores importen tanto como el sueldo.
Un nuevo informe del monitor Merco revela cuáles son las empresas más atractivas para los jóvenes españoles. El resultado no sorprende: Mercadona e Ikea se encuentran entre las favoritas, acompañadas por nombres como Inditex, Amazon o Coca-Cola. Son marcas consolidadas, visibles, con buena reputación y, sobre todo, con una imagen que transmite estabilidad.
MERCADONA, ENTRE LOS PRIMEROS PUESTOS PARA LA GENERACIÓN Z
En el caso de Mercadona, el atractivo es claro. La cadena de supermercados lidera casi todos los rankings de empleadores preferidos. Los jóvenes la perciben como una empresa sólida, nacional, con condiciones claras y oportunidades reales de progresar. A eso se suma algo difícil de medir pero muy presente: la sensación de seguridad.
En un mercado laboral incierto, con contratos temporales y sueldos ajustados, Mercadona representa estabilidad para estos jóvenes, los de la Generación Z. Sueldos por encima de la media del sector, promociones internas y una cultura organizativa reconocible hacen el resto. Unos jóvenes que buscan empresas que cumplan lo que prometen, y Mercadona lo ha convertido en parte de su marca.
IKEA, UNA MARCA CON PROPÓSITO
Ikea, por su parte, aparece en los primeros puestos gracias a su imagen moderna y cercana. La compañía sueca no solo vende muebles. Como han reiterado en varias ocasiones, Ikea vende un estilo de vida, una filosofía de trabajo colaborativa y una cultura inclusiva. Para los jóvenes, trabajar en Ikea significa estar en un entorno creativo, diverso y con una estructura más flexible que la de otras grandes cadenas.
Además, Ikea destaca por su comunicación interna y su forma de integrar valores como la sostenibilidad o la igualdad. Esa coherencia entre discurso y práctica es lo que más valora esta generación. No quieren discursos vacíos: quieren que la empresa los respalde con hechos.

Los jóvenes nacidos entre 1996 y 2012 son los primeros en crecer en plena era digital, con acceso a toda la información y a un mundo laboral cambiante. Los mismos son los que valoran la flexibilidad, el aprendizaje continuo. O lo que es lo mismo; quieren sentirse escuchados y formar parte de empresas que les aporten algo más que una nómina.
LA MAYORÍA DE LOS JÓVENES PRIORIRZAN EL BIENESTAR Y LA CONCILIACIÓN, PERO SOBRE TODO EL SALARIO
Los datos lo confirman: la mayoría prioriza el bienestar, la conciliación y el salario. Y si un empleo no cumple esas expectativas, no dudan en marcharse. La fidelidad a la empresa ya no se mide en años, sino en satisfacción personal.
Para empresas como Mercadona o Ikea, este fenómeno supone tanto una oportunidad como un desafío. Pueden atraer a miles de jóvenes con talento, pero deben adaptarse a sus expectativas. Ya no basta con ofrecer estabilidad: la Generación Z quiere motivación, crecimiento y sentido.

El equilibrio entre seguridad y flexibilidad se ha convertido en la clave. Quienes lo logren, no solo retendrán talento, sino que también construirán una reputación atractiva de cara al futuro. En un contexto de precariedad, la estabilidad sigue siendo un valor diferencial. Las cadenas que pueden ofrecerla parten con ventaja. Pero el mensaje es claro: el trabajo debe tener un propósito.
Mercadona e Ikea han entendido eso mejor que muchas otras compañías. La primera ofrece seguridad y estructura; la segunda, creatividad y valores. Ambas representan dos caras de una misma idea: que trabajar en un lugar donde uno se siente bien sigue siendo el mayor incentivo.







