Esta vez, la lupa de Eurovisión no está solo en la música ni en los votos del público, sino en la participación de Israel, y no por las peticiones de varios canales y cadenas sobre su expulsión, el problema estaría en las posibles irregularidades que su televisión pública, la KAN, habría cometido durante la edición 2024. Según fuentes consultadas por verTele, varios expertos han señalado que el país podría enfrentar sanciones severas o incluso, una expulsión temporal del concurso si se confirman ciertas infracciones al reglamento de la Unión Europea de Radiodifusión (UER).
Igualmente, el debate sobre la presencia de Israel en Eurovisión ha ganado relevancia tras los últimos acontecimientos en Gaza. Algunos sectores europeos han pedido considerar el hecho de suspender la participación del país en Eurovisión 2026, argumentando que el evento, que se presenta como un espacio de unidad y diversidad cultural, no puede mantenerse ajeno a las acciones políticas o humanitarias de los países miembros.
Sin embargo, las denuncias recientes de las cadenas no se limitan al conflicto político y humanitario. De acuerdo con la información publicada por verTele, la KAN habría incumplido varios puntos del reglamento técnico y de comunicación, entre ellos el uso de contenido político indirecto en transmisiones y la omisión de notificaciones previas ante la UER. Estas faltas podrían derivar en sanciones más severas, como ser suspendidos de la próxima edición.
La UER y su histórico intento de mantenerse neutral para el próximo certamen de Eurovisión

Eurovisión es organizada por la UER, una entidad que agrupa a más de 50 televisiones públicas europeas. En su reglamento se prohíbe explícitamente emitir cualquier mensaje político, religioso o militar durante las actuaciones o en la promoción de los participantes. Esto, con el objetivo de mantener el espíritu del festival que nació en los años 50 con la intención de unir a un continente devastado por la guerra.
En este sentido, la UER ya habría aplicado sanciones en el pasado. En 2016, por ejemplo, Rusia recibió una advertencia por el contenido político de una de sus canciones; y en 2021, con reglamentos más estrictos, Bielorrusia fue descalificada por el mismo motivo. Si la investigación sobre la KAN confirmara irregularidades de tipo político en la edición de 2024, Israel podría quedar suspendida.
Por su parte, desde el comienzo de la polémica, el público eurofán se encuentra polarizado. En redes sociales, algunos defienden la continuidad de Israel como competidor histórico del certamen, mientras que otros consideran que su permanencia contradice los valores del festival. “Eurovisión siempre ha presumido de celebrar la diversidad y la paz. Si eso no se cumple en la práctica, la credibilidad del evento está en juego”, opinó un seguidor español en declaraciones recogidas por verTele. Además, existe el precedente del año 2022, cuando Rusia fue expulsada de Eurovisión tras el inicio de la guerra en Ucrania. Aunque la UER argumentó entonces que la decisión se tomó por el impacto negativo que tendría su participación en la imagen del certamen.
Lo que dice la KAN y la posición oficial de Israel

Desde la KAN, la cadena pública israelí, se ha defendido que no hubo ninguna infracción y que se actuó conforme a las normas del festival. “Nuestro compromiso con Eurovisión es total. Siempre hemos cumplido las reglas y cooperamos con la UER en todos los procesos”, declaró un portavoz del medio en un comunicado reciente.
No obstante, dentro de la propia organización del certamen existiría cierta inquietud sobre la participación de Israel. Algunas filtraciones señalan que miembros del comité de referencia —el grupo encargado de aplicar el reglamento— habrían discutido internamente la posibilidad de abrir un expediente formal contra la KAN, algo que no sucede desde 2019.
En el caso de que la UER concluya que hubo infracciones de tipo político y que fueron violentadas las reglas del certamen, las sanciones podrían ir desde una simple advertencia hasta la exclusión de la próxima edición. De acuerdo con verTele, no se trata de un proceso inmediato, ya que se requiere la revisión de todos los materiales emitidos por la KAN y la comprobación de si se vulneraron artículos del código de conducta de radiodifusión.
Mientras tanto, la UER intenta mantener una posición hermética respecto a Israel. El organismo ha recordado en reiteradas ocasiones que Eurovisión “no es un espacio político”, pero admite que las tensiones internacionales hacen cada vez más difícil sostener esa neutralidad. De hecho, varios miembros del comité ejecutivo han solicitado revisar los mecanismos internos para evitar que los conflictos geopolíticos sigan proyectándose en la Eurovisión.