El streaming ya no es lo que era. Lo que empezó como una alternativa barata y sin interrupciones a la televisión tradicional se ha convertido en un negocio cada vez más caro y lleno de anuncios. Netflix, Disney+ y Prime Video han encontrado una nueva fórmula para seguir ganando dinero, subir precios mientras introducen publicidad, presentándolo como una “opción más económica” para el usuario.
Pero detrás de esa aparente variedad de planes se esconde una estrategia clara, reducir costes, aumentar beneficios y acostumbrar al espectador a los cortes publicitarios que antes juraron eliminar. Las plataformas argumentan, ante este escenario tan poco prometedor, que los anuncios ayudan a mantener el contenido de calidad y las inversiones en producción, aunque muchos usuarios sienten que están pagando más por menos.
El resultado es un panorama saturado, donde el consumidor debe elegir entre más interrupciones o tarifas cada vez más elevadas, y ante este escenario es evidente que los españoles se están inclinando por las opciones más económicas, es decir, con anuncios. Lo que alguna vez fue una revolución en la forma de ver series y películas se parece ahora, peligrosamente, a la vieja televisión que prometieron superar.
Subidas continuas para sostener el negocio en plataformas como Netflix y Prime Video

Desde su llegada a España, Netflix ha multiplicado sus tarifas varias veces, al igual que otras plataformas y esto no es un secreto para nadie. El plan Premium pasó de 11,99 € en 2015 a 19,99 € en 2025, mientras que el plan estándar sin anuncios escaló de 9,99 € a 13,99. En octubre de 2024, el plan con anuncios también subió, pasando de 5,49 € a 6,99 €.
Disney+ por su parte, tampoco se queda atrás, también ha ajustado sus tarifas: el plan estándar pasó de 6,99 € al mes a 9,99 €, mientras que el plan premium fue de 11,99 € a 13,99 €. HBO Max dio por hecho un clásico del sector, anuncia subida. Su tarifa básica sube de 9,99 € a 10,99 € en octubre de 2025, y los planes con descuento para usuarios fieles también se encarecerán proporcionalmente.
El “lema” es claro, subir precios, mantener clientela y empujar hacia los planes con anuncios, que son menos costosos para el usuario (y más rentables para las plataformas).
Más anuncios = más usuarios tolerantes (o resignados)

Las plataformas no solo suben el precio, también cambian el modelo de negocio. Ahora su carta fuerte es permitir ver contenido más barato… siempre con publicidad. Y los datos respaldan ese giro:
- En España, el 52 % de los suscriptores de Netflix y Disney+ están en planes con anuncios, mientras que en Prime Video, este porcentaje asciende al 78 %.
- Más de 94 millones de usuarios de Netflix en todo el mundo ya consumen versiones con anuncios. Datos que no sorprenden a nadie, dada la situación económica de algunos países.
- La integración de planes publicitarios representa una nueva fuente de ingresos, que ayuda a compensar los gastos en producción de contenidos premium, sobre todo cuando se trata de grandes producciones.
Pero ojo, no todos lo aceptan. En España, casi un tercio de los usuarios se dio de baja tras la introducción de anuncios. Una situación que pudiera generar una señal de alerta para la plataforma.
La ecuación secreta: producción + escalabilidad = presión al usuario

Pero detrás de este giro hay lógica empresarial, para los que pensaban de una simple estrategia para recaudar más fondos. Las plataformas enfrentan costos astronómicos para producir series y películas de calidad. Añadir publicidad les da margen de maniobra sin depender sólo de suscripciones. Además:
- A mayor volumen de usuarios (incluso “anunciantes”), mayor poder de negociación publicitaria.
- Las subidas sucesivas justifican el cambio a modelos mixtos, donde los usuarios eligen entre pagar más por nada de anuncios o aceptar interrupciones.
- Para muchos espectadores, ver anuncios se ha convertido en el “precio más tolerable” para mantener acceso a múltiples servicios en su presupuesto.
¿Qué puedes hacer para no sentirte “maltratado”?

- Revisa los planes más asequibles en cada plataforma (con anuncios o funcionalidad limitada).
- Combina servicios: es decir, prioriza el que más usas y da de baja los extras.
- Usa periodos de prueba cuando se lancen, para ver si las subidas valen lo que ofrecen.
- Considera alternativas gratuitas o híbridas (FAST, plataformas con anuncios, en España existen muchas) para diversificar el ocio digital.
En resumen, el bombardeo de anuncios no es solo una “opción” nueva, es una estrategia para encubrir subidas de precio que ya están tensando la paciencia de los usuarios. Las plataformas apuestan fuerte por rentabilizar cada minuto de tu atención. Y tú… ¿qué eliges pagar, más euros o más interrupciones?