'Tron: Ares': Nine Inch Nails rescata la saga de un Jared Leto olvidable

Disney trata de recuperar 'Tron' su franquicia más complicada con una cinta aceptable

'Tron' es quizás la franquicia más extraña bajo el control de Disney. La cinta original de Steven Lisberger, estrenada en 1982, es un clásico de la ciencia ficción, pero fue un fracaso en taquilla que poco a poco se convirtió en filme de culto por la forma en la que hizo avanzar los efectos visuales y su visión del mundo digital.

Su secuela, 'Tron: Legacy' de 2010 sirvió para que el cine de acción descubriera la dirección de Joseph Kosinski, quien después se ha encargado de 'F1' y 'Top Gun: Maverick', corrió una suerte similar, criticada por su guión en su estreno, pero elevada en el tiempo por su apartado visual y su banda sonora, compuesta por el dúo de electrónica francés Daft Punk. 

YouTube video

Lo cierto es que la tercera entrega de la saga, 'Tron: Ares' da la sensación de que correrá con la misma suerte. Dirigida por el alemán Joachim Rønning, quien además de su trabajo independiente en su país de origen, también ha trabajado como director de encargo para Disney en 'Maléfica: Maestra del Mal' de 2019 y 'Young Woman and the Sea' la tercera entrega de la saga, intenta inyectar ideas del 'Frankenstein' de Mary Shelley o la 'Blade Runner' de Ridley Scott.

Publicidad

El resultado es interesante, pero el problema es un Jared Leto que aunque mejora lo que se ha visto de él en los últimos años en 'Escuadrón Suicida' o 'Morbius', sigue dejando mucho que desear en una cinta que depende de su trabajo. 

YouTube video

Si bien el resultado es irregular, no hay duda que la combinación de estas ideas, sumado a un buen apartado visual, generan un blockbuster algo más profundo de lo usual, pero no dejan de quedarse a medias. Afortunadamente, funciona como cinta de acción, y la banda sonora de Nine Inch Nails, con Trent Reznor firmando con el nombre de su banda y no el propio, empuja la película manteniendo la adrenalina al máximo, e inyectando tensión cuando su actor principal flaquea.

Por fortuna el resto del elenco funciona mejor que Leto. Su coprotagonista, Greta Lee, funciona como centro emocional de la cinta, Evan Peters salta de su paso por los X-Men y se convierte en un villano patético, pero no por ello menos peligroso gracias a su falta de moral, y aunque tienen menos con lo que trabajar tanto Jodie Turner Smith como Gillian Anderson elevan papeles que podrían haber sido fácilmente olvidables.

UNA NUEVA FORMA DE VER TRON

La buena noticia es que si se sigue la franquicia solo por su apartado visual Tron: Ares cumple su prometido. Aunque mantiene la estructura de persecución de las dos primeras entregas, aquí la acción ocurre tanto en el universo digital como en el real, lo que permite al equipo de efectos visuales y a la dirección crear nuevas situaciones y momentos de tensión. No es lo mismo, la típica persecución de motos de luz que ha caracterizado la saga es diferente si ocurre en las calles de Nueva York, con vehículos tradicionales atrapados en el caos. 

Imagen de Tron: Ares. Fuente: Disney
Imagen de Tron: Ares. Fuente: Disney

Esta combinación es la mejor arma de la cinta. A pesar de su intento de inyectar ideas filosóficas a la historia, los momentos en los que se entrega al entretenimiento de masas, con la banda sonora entre industrial y electrónica de fondo, sirven para abrir nuevas puertas a la saga. El problema, sobre todo cerca del final de la cinta, es la decisión de dejar puertas abiertas para unas secuelas que dependen un éxito en taquilla que hasta ahora no ha existido para la franquicia, aunque hay material suficiente aquí para seguir de cerca los próximos trabajos de su director, y para que los fieles sigan enamorados de la cinta. 

DEL HOUSE DE DAFT PUNK A LA MÚSICA INDUSTRIAL

La banda sonora creada por Nine Inch Nails merece un comentario aparte. Aunque tiene años trabajando como compositor de bandas sonoras, el líder del grupo, y único miembro fijo desde su fundación, Trent Reznor no suele usar el nombre de la banda para su trabajo cinematográfico. Lo cierto es que viendo la cinta es evidente que no solo se trata de un trabajo de la banda para la cinta, sino que puede funcionar como el doceavo disco del grupo, y el mejor de lo que va de la década. 

Se trata de una de las bandas sonoras más interesantes del año, y debería ser una nominación segura para los Oscar. También es cierto que la última vez que Reznor se entregó de este modo a la electrónica industrial fue completamente ignorado, pero lo cierto es que escuchar el disco en un buen equipo de sonido es suficiente razón para ver la nueva Tron en una sala de cine. 

Publicidad
Publicidad