Más de 74.000 euros separan a los vecinos de los municipios más ricos y pobres de España: Madrid y Barcelona concentran la riqueza

La brecha económica en España alcanza cifras récord: más de 74.000 euros separan a los vecinos de los municipios más ricos y los más pobres. Mientras Madrid y Barcelona concentran la mayor parte de la riqueza, muchas localidades del sur siguen luchando por salir del estancamiento.

El Instituto Nacional de Estadística (INE) acaba de publicar el ranking de las ciudades y/o municipios más “ricas” y pobres de España y los resultados han sorprendido a más de uno. ¿Sabías que vivir en una calle u otra puede marcar una diferencia de más de 74.000 € al año? En España, la desigualdad económica no solo se mide por provincias o comunidades, sino literalmente por códigos postales. Entre Pozuelo de Alarcón (Madrid) y Benamargosa (Málaga) hay algo más que kilómetros, hay mundos distintos en renta, oportunidades y estilo de vida.

Y lo más curioso es que el mapa de la riqueza apenas se mueve. Año tras año, los municipios más prósperos siguen concentrándose en Madrid y Barcelona, mientras que los más humildes se repiten en el sur. La brecha no deja de sorprender… ni de crecer.

Pozuelo de Alarcón, el municipio del millón (y de los millones)

Pozuelo de Alarcón, el municipio del millón (y de los millones)
Ayuntamiento de Pozuelo de Alarcón. Fuente: Agencias

Por sexto año consecutivo, Pozuelo de Alarcón lidera el ranking del INE como el municipio más rico de España. En 2023, su renta media bruta por habitante fue de 88.011 €, mientras que en el otro extremo, Benamargosa (Málaga) apenas alcanzó 13.831 €. Sí, la diferencia es de más de 74.000 €. Una cifra que impresiona, pero que también refleja cómo la riqueza se concentra en unas pocas zonas privilegiadas del país.

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Pozuelo no es un caso aislado. En el “top 10” de municipios más ricos también aparecen nombres como Boadilla del Monte, Sant Cugat del Vallès o Majadahonda, todos con rentas medias por encima de los 60.000 €. La receta parece clara, alta concentración de empleo cualificado, servicios de lujo, buena conexión con las grandes ciudades y un perfil de vecinos que trabajan en sectores de alto valor añadido.

En Pozuelo, la renta media (la que divide a la población en dos mitades) es mucho más baja que la media, lo que indica que hay grandes fortunas que elevan las cifras totales. En otras palabras, unos pocos ganan muchísimo… y eso empuja las estadísticas. Así que si estás buscando vivienda en zonas metropolitanas, compara siempre la renta media con el coste de vida. Una zona “rica” no siempre implica bienestar para todos sus vecinos.

El otro lado del mapa: los pueblos que resisten con menos

El otro lado del mapa: los pueblos que resisten con menos
Benamargosa (Málaga). Fuente: Agencias

Mientras tanto, en municipios pequeños del sur como Benamargosa (Málaga), Higuera de Vargas (Badajoz) o Albuñol (Granada), los ingresos medios no superan los 15.000 € anuales. Allí, el tejido económico depende de la agricultura, la hostelería o pequeños negocios familiares, sectores más vulnerables a la temporalidad y a las crisis.

Estas localidades representan la otra cara de España, la otra casa de los españoles, la que mantiene la vida rural viva, pero que sufre la falta de inversión, empleo estable y servicios públicos suficientes. Muchos jóvenes emigran a las grandes ciudades en busca de oportunidades, dejando atrás un modelo de vida que se sostiene, cada vez más, gracias al esfuerzo de los mayores, lo que hoy conocemos como la “España vaciada”.

En los municipios con menor renta, los precios de la vivienda y los gastos básicos también son más bajos, pero no tanto como para compensar la diferencia de ingresos. En algunos casos, el acceso a servicios básicos (como transporte o atención médica, servicios básicos para concentrar y conservar una a una persona en una región) termina saliendo más caro en proporción. Así que si planeas mudarte a un entorno rural para abaratar costes, analiza bien el acceso a empleo, sanidad y transporte. La tranquilidad se paga… pero también la distancia.

¿Por qué Madrid y Barcelona siguen concentrando la riqueza?

¿Por qué Madrid y Barcelona siguen concentrando la riqueza?
Ayuntamiento de Majadahonda. Fuente: Agencias

La respuesta tiene más de economía que de magia, las grandes áreas metropolitanas generan un efecto imán. Albergan más empresas, mejores sueldos y más oportunidades, lo que atrae talento, inversión y capital. Esa concentración provoca que los municipios colindantes (como Pozuelo, Sant Cugat o Majadahonda) se conviertan en polos de prosperidad.

Según los datos del INE, ocho de los diez municipios más ricos están en el entorno de Madrid o Barcelona. En cambio, los de menor renta se reparten entre Andalucía y Extremadura. Esto no es nuevo, pero sí cada vez más evidente, las grandes urbes no solo concentran empleo, también educación, innovación y acceso a servicios de calidad.

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Los habitantes de los municipios más ricos destinan una menor parte de su renta al gasto esencial (alimentación, vivienda o transporte), mientras que en los más pobres esa proporción se dispara, reduciendo la capacidad de ahorro y consumo.

Invertir en educación, digitalización e infraestructuras en municipios pequeños no solo equilibra el mapa, también impulsa el desarrollo nacional, porque al final, la riqueza no debería depender del código postal.

Una España de contrastes… y de oportunidades

Una España de contrastes… y de oportunidades
Es una historia de cómo el lugar en el que naces puede condicionar tu futuro. Fuente: Agencias

La brecha de más de 74.000 € no solo es una cifra, es una historia de cómo el lugar en el que naces puede condicionar tu futuro, una afirmación que desde el punto de vista social y económico tiene mucha importancia, lo que implica un mayor esfuerzo por parte de las autoridades al momento de atenderlos. Pero también es un recordatorio de que la desigualdad puede revertirse con políticas inteligentes y una mirada más amplia hacia la España que queda fuera de los grandes centros urbanos.

Porque al final, no se trata solo de “dónde” vives, sino de qué oportunidades tienes para construir una vida digna. Y ahí, todos (gobiernos, empresas y ciudadanos) tenemos un papel que jugar. Cuando logremos entender esto, ese día se acabarán las desigualdades.

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