El permafrost de Siberia, una enorme cápsula del tiempo helada, ha vuelto a sorprender a la comunidad científica, que ha encontrado una criatura extinta de 9.000 años que se encuentra en un estado de conservación perfecto y que abre las puertas a su posible regreso a la vida.
Los científicos ya trabajan sobre este espécimen que fue descubierto durante el verano del año 2022, con la finalidad de resucitarlo, mostrando así los avances de una ciencia que no deja de sorprendernos y que cada vez tiene más herramientas para hacer regresar a animales que desaparecieron en su momento de la Tierra.
UNA CRIATURA DE 9.000 AÑOS

Tras conocer un ADN bacteriano que ha despertado una nueva teoría sobre la desaparición de los mamuts, ahora nos hemos encontrado con un nuevo hallazgo de la comunidad científica que puede tener una gran relevancia para el futuro. Todo ello a partir de una criatura que en el verano de 2022 fue descubierta en la remota región de Verkhoyansk.
El permafrost de Siberia es una inmensa cápsula del tiempo helada que ha ido sorprendiendo en reiteradas ocasiones a los científicos. En esta ocasión se hallaron los restos de un bisonte extinto desde hace millones de años, el cual despertó un gran interés tras haber comprobado que, pese a una antigüedad de entre 8.000 y 9.000 años, muestra un extraordinario estado de conservación.
EL HIELO PRESERVA CASI INTACTA LA CABEZA DE ESTA CRIATURA

El hecho que más ha sorprendido a los científicos es que el hielo ha sido capaz de preservar de forma casi intacta la cabeza de la criatura, junto a sus extremidades anteriores y una parte del pecho. Tras el hallazgo de sus restos, los primeros análisis han dejado una información relevante sobre este ejemplar.
En ellos se ha podido concluir que se trataba de un individuo muy joven, que tendría en el momento de su muerte entre un año y medio y dos años. Estas condiciones de congelación consideradas casi perfectas por los expertos, han conseguido mantener sus tejidos blandos en un estado idóneo para tener un mayor conocimiento sobre el pasado prehistórico de nuestro planeta.
Un equipo de científicos del Laboratorio del Museo Mammoth ha comenzado a trabajar con los restos de esta criatura, realizando para ello una autopsia minuciosa en la que se han realizado análisis con el más mínimo detalle. La finalidad es la de conseguir extraer muestras biológicas que tienen un valor incalculable para la comunidad científica.
Entre el material que esperan poder recolectar en su trabajo se encuentran fragmentos de piel, músculos, lana e incluso del cerebro del animal, algo que resulta algo excepcional. El análisis de estos elementos permitirá a los expertos reconstruir la biología de este bisonte extinto. Además, también se podrán obtener muchos más detalles acerca del ecosistema en el que este vivía.
Este tipo de investigaciones son cada vez más habituales, donde se analizan las muestras para tratar de tener mucha más información al respecto de animales o civilizaciones que poblaron nuestro planeta hace miles de años.
UNA NUEVA CRIATURA PREHISTÓRICA

Mientras nos encontramos con la amenaza de poder regresar a la edad de hielo, la comunidad científica se encuentra aún sorprendida por el estado de conservación de los restos de esta criatura. Sin embargo, hay que tener en cuenta que no se trata de un hallazgo aislado, ya que ha habido otros casos en los últimos tiempos.
De hecho, la región siberiana se ha convertido en las últimas décadas en una fuente inagotable de recursos para los paleontólogos. El deshielo progresivo del permafrost, que se ha visto acelerado como consecuencia del cambio climático, está sacando a la luz restos de fauna prehistórica que han permanecido durante miles de años ocultos bajo el hielo.
Este es el caso de los mamuts lanudos o los rinocerontes de la misma época, a los que se espera que se sigan sumando más especies a medida que se pueda profundizar en los restos gracias al deshielo. La paleontología sigue recabando hallazgos de épocas pasadas que nos ayudan a ampliar nuestros conocimientos sobre la vida prehistórica.
El deshielo está liberando especies y microorganismos que estaban atrapados en él desde hace miles de años, no incluyendo solo animales, sino también bacterias y virus, algunos de los cuales podrían llegar a ser perjudiciales para la salud humana y los ecosistemas actuales. También se liberan restos de materia vegetal y animal.
Este deshielo está ocurriendo por dos razones principales: la primera es el calentamiento global, ya que las temperaturas más altas provocan que este suelo, que se mantiene congelado durante todo el año, poco a poco se vaya descongelando. También influye el calentamiento acelerado en el Ártico, donde se está calentando a un ritmo tres veces mayor que la media mundial.
¿SE PUEDE DEVOLVER ESTA CRIATURA A LA VIDA?

El gran objetivo de este proyecto científico sobre esta criatura prehistórica hallada en Siberia no es simplemente analizar los restos para poder conocer la biología del animal y cómo era el ecosistema en el que este vivía. Su magnífico estado de conservación abre las puertas a proyectos ambiciosos.
La excelente calidad del material genético conservado en este bisonte ha hecho que los científicos vuelvan a pensar en la clonación de especies extintas. Aunque a día de hoy parece algo lejano, las diferentes innovaciones científicas hacen que se vea cada vez más posible superar los diferentes desafíos técnicos y éticos que ello supone.
Existe una gran complejidad para poder resucitar al bisonte estepario, dado que implicaría obtener una secuencia completa y viable de su ADN, pero también dar con una especie actual emparentada, como el bisonte europeo o el americano. Estos deberían poder hacer las veces de madre subrogada para el embrión clonado.
Pese a las evidentes dificultades, la esperanza de la comunidad científica radica en una tecnología genética que continúa avanzando, todo ello con el fin de que esta y otras criaturas extintas puedan regresar a la vida y estar presentes en la Tierra de nuevo.