El anuncio de la presentación de Bad Bunny en el medio tiempo del Super Bowl ha generado un fascinante panorama de reacciones. El artista es la segunda estrella pop más importante de la actualidad, superado solo por Taylor Swift, viene de terminar una residencia de más de 30 fechas en Puerto Rico y tiene bajo el brazo un disco que repasa la tradición musical de su gente tanto en la isla como de quienes migraron a Estados Unidos, paseando de la música jíbara al reggaetón, paseando por la salsa. Su presencia en el escenario más importante del país, y quizás del mundo, iba a generar una conversación, y él no ha huido de la misma.
Lo cierto es que el propio Bad Bunny se ha incrustado de forma calculada en varias discusiones políticas. Benito no solo ha interpretado temas como 'Safaera', con su descarada carga sexual, sino que ha cedido su escenario a artistas del mundo LGTB como Villano Antillano y Young Miko, formó parte de las protestas que acabaron con la renuncia del exgobernador de Puerto Rico Ricardo Rosello y en 'Debí Tirar Más Fotos' los temas que se pensaron para bailar van acompañados de canciones como 'La Mudanza', 'Lo que le pasó a Hawai' o incluso la canción que da título al disco, que de una forma u otra muestran tanto la belleza del país como la realidad de un "Estado libre asociado", en la práctica una colonia.

Esto se ha traducido, sumado a sus críticas a la policía migratoria americana, el temible ICE, en una reacción inmediata tanto de figuras del gobierno de Donald Trump como de los influencers que hacen campaña por él en las redes sociales. Los adjetivos no han sido amables, desde vulgar hasta antiamericano, además de amenazar con la presencia de agentes de migración para atrapar ilegales que se acerquen al partido a verlo. En esta circunstancia el evento se presenta, como una granada social, algo que para el artista es una buena noticia.
BAD BUNNY Y EL NUEVO POP
Parte del problema para los críticos del artista es que sin duda el nuevo disco de Bad Bunny es el más político de la historia del reggaetón. Hay un argumento real de que se trata del disco más importante salido del caribe desde el mítico 'Siembra' de Rubén Blades y Willie Colón, y este ha tenido un mayor impacto comercial. Desde su lanzamiento, Benito ha defendido tanto la presencia de los latinos en la cultura norteamericana en un momento donde se quiere renegar de la misma, irónicamente cuando es más popular.
Además, como se mencionó antes: Es un disco que bebe de muchas tradiciones, y algunas de ellas seguramente sonarán en California el 8 de febrero. Parece una tontería decirlo, pero sonará salsa en la Super Bowl, quizás incluso el sample de Andy Montañez y El Gran Combo de Puerto Rico que abre el disco. Eso ya es una victoria cultural, lo es más un concierto que promete ser casi completo en español, y que seguramente suma otras superestrellas del sur de la frontera.
No es que no se puedan hacer críticas a la decisión, incluso dentro del género que trabaja Bad Bunny puede ser especialmente vulgar, líricamente, como él mismo lo presume en algunas canciones. Además, su trato a la mujer puede pasar del feminismo de 'Ella perrea sola' a lo problemático del 'Baticano', es un artista lleno de contradicciones, pero también es cierto que el lanzamiento que lo ha llevado al «gran partido», se aleja de la mayoría de ellas.
«AQUÍ MATARON GENTE POR SACAR LA BANDERA. POR ESO ES QUE AHORA YO LA LLEVO DONDE QUIERA»
Por una noche los ojos del mundo estarán sobre un puertorriqueño, un latino, en un país que tras décadas defendiendo la migración como uno de los pilares de su grandeza. "Dadme a vuestros rendidos, a vuestros pobres, Vuestras masas hacinadas anhelando respirar en libertad", se lee a los pies de la Estatua de la Libertad, en un poema que parece discutir con la administración actual.
Evidentemente, criticar a Bad Bunny es válido, y la decisión de no tocar en Estados Unidos y luego confirmar la Super Bowl tiene algo de hipocresía. Aun así, es difícil no celebrar su presencia en esta tarima en este momento, por una vez el 'perreo' tiene peso político, y un artista que ha demostrado tener cosas que decir más allá de lo que era esperado en el género. Es una representación necesaria para un Puerto Rico y una Latinoamérica señaladas por la administración Trump, y en el escenario más grande posible.