Xabi Alonso refuerza su apuesta: 9 partidos, nueve alineaciones distintas

Desde su llegada al Real Madrid, Xabi Alonso ha aplicado con contundencia una política de rotaciones sin precedentes. En sus primeros nueve partidos oficiales como entrenador blanco, ha alineado nueve onces distintos, cimentando su visión de plantilla sólida y versátil.

Cuando el Real Madrid anunció el fichaje de Xabi Alonso como nuevo entrenador, muchos esperaban una continuidad estilística con ligeros retoques.

Pero lo que ha emergido en estas primeras jornadas es algo distinto: un entrenador que parece decidido a reorganizar completamente el enfoque del equipo, tanto en lo táctico como en la gestión del grupo. Su práctica de rotaciones constantes en los onces es una de las señas más visibles de este cambio.

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Xabi Alonso ha realizado 9 rotaciones distintas en este inicio de temporada

La cifra es elocuente: nueve partidos, nueve alineaciones distintas. Un ejercicio que no solo habla de humildad (jugador está "intocable"), sino también de ambición en explotar todo el potencial de una plantilla plagada de estrellas.

Xabi Alonso refuerza su apuesta: nueve partidos, nueve alineaciones distintas Fuente: Europa Press
Fuente: Europa Press

En un contexto futbolístico donde el desgaste físico y los calendarios apretados marcan la pauta, Alonso apuesta por distribuir cargas, dar confianza a diferentes perfiles y evitar la rigidez en el sistema.

Motivos y retos detrás de la rotación de Xabi Alonso

La rotación es un arma de doble filo. Si funciona, mantiene frescos a los futbolistas, reduce riesgos de lesiones y potencia la competencia interna. Si falla, puede generar falta de automatismos, confusión táctica y desgaste en el rendimiento colectivo.

Según declaraciones del propio entrenador, esta estrategia también responde a necesidades estructurales: proteger jugadores que arrastran molestias, fomentar la adaptación de jóvenes valores y competir en varias competiciones sin depender de un once fijo. En clave institucional, demuestra que Xabi Alonso ve su rol como arquitecto de una plantilla que debe rendir con cualquiera que entre al campo.

No todos los clubes se permiten rotaciones tan radicales. Muchos entrenadores de élite han sido criticados por manipular demasiado la continuidad del bloque. Pero Alonso parece creer en la plantilla como conjunto, no como colección de estrellas inamovibles.

Impacto en el vestuario del Real Madrid y aceptación del método

Eso sí, para que esta estrategia funcione, debe existir compromiso y comunicación. Los jugadores deben aceptar que su rol puede variar sin que eso implique falta de confianza. Y, hasta ahora, el mensaje parece estar llegando: varios futbolistas han respondido con nivel cuando han sido llamados, desde titulares habituales hasta suplentes menos habituales.

El caso de Franco Mastantuono o Álvaro Carreras, jóvenes que han ido sumando minutos, es un buen ejemplo de esta flexibilidad. No se les reserva solo como recursos de emergencia, sino como componentes activos de la estrategia, lo que refuerza la idea de plantilla sin jerarquías rígidas.

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No obstante, todas las apuestas conllevan riesgos. La falta de continuidad puede mermar la cohesión, especialmente en partidos donde los automatismos tácticos valen tanto como la calidad individual. En duelos exigentes, puede notarse que determinados jugadores no han jugado juntos antes o que no conocen al detalle ciertas funciones en el sistema.

A la espera de resultados

Además, la presión mediática y del entorno es mayor cuando se rompe con lo habitual. Los seguidores del Real Madrid están acostumbrados a ver ciertas figuras fijas, y la comparación inmediata con etapas anteriores aumenta. Si los resultados no acompañan, la rotación puede acabar convertida en argumento de crítica.

La estrategia de Xabi Alonso no debe medirse solo por resultados inmediatos, sino por su capacidad de construir una base resistente a medio y largo plazo. Si consigue que la plantilla entienda que todos pueden ser protagonistas, que el equipo no dependa de once estrellas y que exista una adaptación fluida entre titulares y suplentes, entonces esta política de rotaciones puede convertirse en una de las claves de su legado.

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