La 'puñalada hipócrita' de Bad Bunny a sus fans: directo a la Super Bowl tras negarse a actuar en EE. UU.

La decisión de Bad Bunny de actuar en la Super Bowl ha provocado reacciones encontradas. Parte del público lo ve como una incoherencia: rechazar conciertos por convicción política y aceptar uno de los eventos más comerciales y mediáticos en el país contra el que protestó.

La noticia explotó el domingo. Bad Bunny ha sido confirmado como protagonista del show de medio tiempo de la Super Bowl LX, que se celebrará el 8 de febrero en Santa Clara, California, en el estadio Levi’s.

Aunque para muchos, este anuncio no es simplemente un logro artístico, sino una jugada cargada de contradicciones y simbolismos, visto que hace apenas semanas el artista puertorriqueño se negó a realizar conciertos en EE. UU. por temor a las redadas migratorias del ICE, el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas.

LA 'RESISTENCIA SONORA' DE BAD BUNNY: DEL RECHAZO A EE.UU AL ESCENARIO DE LA SUPER BOWL, EL MÁS MÁS GRANDE DEL ESPECTÁCULO AMERICANO

Bad Bunny (Benito Antonio Martínez Ocasio) justificó su decisión de excluir Estados Unidos de su gira 'Debí Tirar Más Fotos' argumentando que “el f… ICE podría estar fuera (del concierto)”, una preocupación real que expresó en una entrevista con la revista i-D. En ese momento, la ausencia estadounidense buscaba proteger a sus fans ante posibles operativos migratorios en los recintos de sus shows.

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Pero ahora, al aceptar un show masivo dentro del mismo país, el contexto cambia. ¿Cómo concilia Bad Bunny su postura crítica sobre el ICE con un espectáculo tan emblemático en suelo estadounidense? Esa tensión es el eje central del debate que acompañará su actuación más esperada.

UN ANUNCIO CON UN IMPACTO GLOBAL

El anuncio oficial llegó a través de la NFL, Apple Music y Roc Nation, durante el programa Sunday Night Football, y generó una ola de reacciones. Bad Bunny dedicó la presentación a su herencia, a su cultura y a aquellos que lo precedieron: "Esto va por mi gente, por mi cultura y nuestra historia", indicó el artista.

Vale destacar que según Billboard, este será su único concierto en EE. UU. planeado por el momento, reforzando aún más el carácter simbólico de esta participación.

La 'puñalada hipócrita' de Bad Bunny a sus fans: directo a la Super Bowl tras negarse a actuar en EE. UU.
 Fuente: Agencias
El artista portorriqueño Bad Bunny Fuente: Agencias

Para la NFL, para Apple Music y para los productores del evento, su elección encaja con una estrategia de expansión cultural que pretende unir audiencias latinas con el espectáculo global del deporte. Y para el público latino, su presencia en el escenario se ve como una victoria simbólica, el de ocupar un espacio icónico en Estados Unidos, incluso cuando previamente decidió mantenerse al margen.

COHERENCIA Y CONTRADICCIÓN, SIEMPRE UN DILEMA ARTÍSTICO (TAMBIÉN CON BAD BUNNY)

La decisión de actuar en la Super Bowl ha provocado reacciones encontradas. Parte del público lo ve como una incoherencia: rechazar conciertos por convicción política y aceptar uno de los eventos más comerciales y mediáticos en el país contra el que protestó. Otros, sin embargo, interpretan que Bad Bunny apuesta por amplificar su mensaje desde un escenario imponente y difícil de ignorar.

Ese show le otorga visibilidad global y la posibilidad de desafiar narrativas desde dentro. Desde ese ángulo, su actuación no sería simplemente un acto de entretenimiento, sino un acto de resistencia simbólica: usar la plataforma más poderosa del entretenimiento estadounidense para hablar con el mundo latino.

La 'puñalada hipócrita' de Bad Bunny a sus fans: directo a la Super Bowl tras negarse a actuar en EE. UU. Fuente: Agencias
Bad Bunny Fuente: Agencias

El riesgo, claro, es que cualquier gesto, palabra o estética que suba al escenario se interprete como un mensaje político. Y en un formato tan expuesto como la Super Bowl, esa carga discursiva puede eclipsar la música o poner en aprietos su narrativa de coherencia.

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EL CONTEXTO POLÍTICO ES EL QUE DA PESO

La decisión de Bad Bunny no puede entenderse sin situarse en el contexto migratorio estadounidense. En los últimos meses, las redadas del ICE han sido objeto de críticas y protestas, y han sembrado temor en comunidades latinas e inmigrantes. Algunos recintos, organizadores y artistas han denunciado amenazas a la seguridad del público latino en evento masivos.

Bad Bunny no es el primero en manifestarse públicamente: otros artistas latinoamericanos también han alzado la voz sobre la vigilancia o la vulnerabilidad legal de sus fans. Pero pocos lo han hecho renunciando a giras en EE. UU. La Super Bowl es la prueba más grande: aceptar actuar allí implica desafiar las mismas estructuras que criticó.

Y ese acto no pasará desapercibido. Medios de todo el mundo lo interpretarán como un golpe simbólico. Si su show llega con contenido contextual, reconciliaciones visuales, alusiones culturales o alusiones implícitas, se convertirá en un manifiesto artístico.

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