"Jamás uses el WiFi del aeropuerto para ver tu cuenta del banco": Diego Alonso (41), exagente del CNI , revela cómo te la vacían en 3 minutos antes de que despegue tu avión

La advertencia de un experto en inteligencia español que cambiará para siempre tu forma de viajar. El método exacto con el que los hackers replican redes para espiar todo lo que haces en tu móvil.

Jamás uses el WiFi del aeropuerto para ver tu cuenta del banco; es la primera lección que te daría un experto en seguridad. Y cuando quien lo afirma es un exagente del CNI de 58 años, con décadas de experiencia en contrainteligencia, más vale escuchar. Mientras esperas tu vuelo, revisando las redes sociales o el correo, los ladrones pueden estar clonando tu teléfono en minutos sin que te des cuenta de absolutamente nada. ¿Te parece una película de espías? Sigue leyendo.

Ese gesto tan inocente de consultar tu saldo antes de despegar puede convertirse en tu peor pesadilla financiera en cuestión de segundos. La red WiFi gratuita de la terminal, según la advertencia de este exagente, es una puerta abierta para que un atacante intercepte tus datos bancarios sin que salte ninguna alarma en tu dispositivo. Para cuando aterrices en tu destino, puede que tu cuenta ya esté completamente vacía, y no sabrás ni cómo ha ocurrido.

¿UN REGALO ENVENENADO? EL WIFI GRATUITO QUE NO LO ES

Una comodidad que esconde una trampa mortal para tus datos más sensibles.
Una comodidad que esconde una trampa mortal para tus datos más sensibles. Fuente Freepik.

Te sientas en la cafetería de la terminal, abres el portátil y, como por arte de magia, aparece una red WiFi abierta con el nombre del aeropuerto. ¿. Ese punto de acceso público que parece un regalo es el cebo perfecto que los delincuentes usan para lanzar sus ataques, aprovechando la ansiedad de los viajeros por estar permanentemente conectados y la confianza que inspira un nombre oficial.

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El problema de fondo es la fe ciega que depositamos en estas conexiones de cortesía que nos ofrecen. Damos por hecho que la conexión es segura porque es la del aeropuerto, pero los hackers crean redes falsas con nombres idénticos o muy parecidos, y tu dispositivo, buscando siempre la señal más potente, se conecta a la trampa sin que tú te percates del cambio. Ya estás dentro de su telaraña.

ASÍ FUNCIONA LA TRAMPA: EL "GEMELO MALVADO" DE LA RED

La técnica se conoce en el argot como "Man-in-the-Middle" o ataque de intermediario, y su lógica es terroríficamente simple y efectiva. El delincuente, sentado a pocos metros de ti, crea un punto de acceso WiFi falso, un "gemelo malvado" de la red legítima del aeropuerto. Cuando tu móvil o tu portátil se conectan a él, todo tu tráfico de internet pasa a través del ordenador del atacante antes de llegar a su destino real.

Una vez estás navegando a través de su red, puede verlo absolutamente todo lo que haces en tiempo real. Las contraseñas que introduces, los mensajes que envías, las fotos que subes a la nube. Es el equivalente a entregarle tu móvil desbloqueado, ya que el atacante descifra la información que viaja sin cifrar por esa red WiFi, dejándote completamente expuesto y vulnerable a cualquier tipo de robo de información.

NO SOLO ES EL BANCO: EL PELIGRO VA MUCHO MÁS ALLÁ

El robo de tus claves bancarias es solo el principio; el verdadero botín es tu identidad digital completa.
El robo de tus claves bancarias es solo el principio; el verdadero botín es tu identidad digital completa. Fuente Freepik.

El exagente del CNI es muy claro al respecto: vaciarte la cuenta corriente es solo la punta del iceberg de lo que puede ocurrir. El verdadero y jugoso objetivo es el control total de tu vida digital. Al acceder a tu correo electrónico principal usando el WiFi público, les das la llave maestra para restablecer las contraseñas de todos tus otros servicios, desde las redes sociales hasta las plataformas de comercio electrónico.

Imagina el caos que puede suponer: publican en tu nombre, acceden a tus conversaciones más privadas, chantajean a tus contactos o realizan compras con tus datos guardados. El riesgo real de usar esa conectividad gratuita en la terminal es que pueden suplantar tu identidad de forma casi perfecta y el daño reputacional y económico puede tardar meses o incluso años en repararse por completo.

¿Y SI NO QUEDA MÁS REMEDIO? LA PREGUNTA DEL MILLÓN

A veces la necesidad aprieta y tienes que conectarte para descargar una tarjeta de embarque o avisar de un retraso. ¿Estás perdido? No del todo, pero debes tomar precauciones que rozan la paranoia. La primera es desconfiar por sistema de cualquier WiFi abierto y gratuito, aunque lleve el logotipo oficial del aeropuerto. La facilidad de acceso es precisamente lo que lo convierte en un campo de minas digital para tu seguridad.

El experto en inteligencia recomienda evitar a toda costa introducir cualquier tipo de credencial o contraseña en una red WiFi pública. Si necesitas navegar de forma urgente, que sea únicamente para consultar páginas informativas que no requieran ningún tipo de login. Recuerda siempre que cada segundo que pasas conectado a una red insegura aumenta la ventana de oportunidad para el atacante que está esperando su momento.

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LA ÚNICA REGLA DE ORO QUE TE SALVARÁ (Y NO ES LA QUE PIENSAS)

Olvídate de antivirus y trucos complejos: la solución más eficaz es la más simple y está en tu bolsillo.
Olvídate de antivirus y trucos complejos: la solución más eficaz es la más simple y está en tu bolsillo. Fuente Freepik.

La solución definitiva no es un software mágico ni un truco informático que solo entienden los ingenieros. La única protección real e infranqueable, según nos revela el exespía, es usar tu propio teléfono móvil como un router personal. Al activar la función de "zona WiFi" o "punto de acceso personal", creas una red privada y segura utilizando tu propia tarifa de datos móviles, a la que absolutamente nadie más puede acceder sin tu permiso.

Es tu propia burbuja de seguridad en medio del entorno hostil de una terminal aérea. De esta forma, tu ordenador portátil, tu tablet o cualquier otro dispositivo se conectan directamente a tu móvil, no a la peligrosa red pública. Es un gesto sencillo que apenas consume batería o datos, pero que marca la diferencia entre un viaje tranquilo y una catástrofe financiera y personal. Antes de buscar el WiFi gratis, recuerda que lo barato, en ciberseguridad, siempre sale carísimo.

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