Todos hemos vivido esta experiencia alguna vez al cruzar la puerta. Entras en una habitación con una idea clara en la cabeza y, en el momento exacto en que traspasas el umbral, tu mente queda en blanco. No es falta de memoria ni un problema neurológico. La ciencia lo llama «efecto umbral» y resulta ser uno de los mecanismos más fascinantes de nuestro cerebro.
Este fenómeno, lejos de ser un fallo del sistema, es en realidad una estrategia perfectamente diseñada por nuestra mente para gestionar la información. Cada vez que cambiamos de ambiente, el cerebro interpreta que hemos terminado una tarea y comienza otra nueva. Así que, si alguna vez te has preguntado por qué olvidas lo que ibas a hacer justo al cruzar la puerta, aquí está la explicación.
1Cómo el cerebro borra recuerdos al cruzar la puerta

El «efecto umbral» no es un simple despiste, sino una respuesta programada de nuestra memoria. Según los estudios recogidos por The Conversation, este fenómeno se debe a la forma en que el cerebro organiza y almacena la información. La memoria episódica, responsable de guardar recuerdos vinculados a situaciones concretas, se activa o desactiva según el contexto en el que nos encontremos.
Cuando pasamos de una habitación a otra, el cerebro interpreta que estamos iniciando una nueva secuencia de acciones. Por eso, los datos relacionados con la estancia anterior quedan temporalmente inaccesibles. No es que hayamos perdido la información, sino que el cerebro la ha archivado para priorizar lo que sucede en el nuevo espacio. ¿Lo más curioso?, la mayoría de las veces, si regresamos al lugar original, es probable que el recuerdo vuelva de inmediato.