Especial 20 Aniversario

8.000 personas y 900 examinadores de la DGT: El sistema para sacarse el carnet ya no da para más

La Dirección General de Tráfico (DGT) enfrenta una fuerte presión ante la demanda récord para obtener el carné de conducir, cada mes, alrededor de 8.000 personas más solicitan presentarse al examen práctico en comparación con el año anterior, un hecho que según sus autoridades no suele ocurrir. Pero increíblemente, la plantilla de examinadores del organismo se encuentra compuesta por apenas 900 profesionales, no se ha adaptado a este aumento constante, generando un cuello de botella que ralentiza el proceso y alarga las listas de espera en todo el país.

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Esta evidente diferencia entre la demanda y la capacidad real del sistema para satisfacerla, ha convertido la obtención del permiso de conducir en una odisea para miles de aspirantes, que ven cómo sus planes y oportunidades se retrasan sin fecha clara de solución. A pesar de que la DGT ha iniciado negociaciones para ampliar la plantilla y ha previsto incorporar 218 nuevos examinadores durante los próximos meses, estas medidas aún parecen insuficientes para hacer frente a la creciente presión.

Además, hay que añadir a esta crisis que la normativa europea ha elevado el nivel de exigencia y reducido el número de pruebas que puede realizar cada examinador diariamente, lo que agrava la situación. Pere Navarro, director general de Tráfico, ha subrayado que no se bajará el nivel de exigencia para mantener la seguridad vial, pero este compromiso con la calidad añade una dificultad extra en un sistema ya al límite de su capacidad operativa.

Creciente demanda de aspirantes supera la capacidad de examinadores de la DGT

Creciente Demanda De Aspirantes Supera La Capacidad De Examinadores
Fuente: Agencias

La Dirección General de Tráfico (DGT) enfrenta un aumento constante en la demanda de personas que quieren obtener el carné de conducir. Cada mes, se suman alrededor de 8.000 nuevos aspirantes respecto al mismo periodo del año anterior, un volumen que supera con creces la capacidad actual del sistema de evaluación. Con una plantilla de apenas 900 examinadores, diseñada para una población de 40 millones, la DGT se encuentra desbordada ante una España que ya supera los 50 millones de habitantes.

Esta situación genera largas listas de espera, especialmente en grandes ciudades como Madrid y Barcelona, donde miles de candidatos esperan meses para poder realizar el examen práctico, esta situación ha obligado a muchos candidatos a salir de la ciudad y trasladarse a una ciudad con menos aspirantes. El incremento en las solicitudes no solo refleja el crecimiento poblacional (a la población española hay que añadirle la población inmigrante), sino también la necesidad creciente de movilidad en un país donde el carné se ha vuelto casi indispensable, sobre todo en las zonas rurales.

Sin embargo, esta presión sobre el sistema provoca que muchas personas se vean atrapadas en un proceso burocrático que no da abasto. El incremento de la demanda afecta no solo a los aspirantes, sino también a las autoescuelas, que deben gestionar una demanda creciente sin disponer de suficientes fechas para los exámenes.

Incorporación de nuevos examinadores, una solución a medio plazo

Incorporación De Nuevos Examinadores, Una Solución A Medio Plazo
Fuente: Agencias

Para hacer frente a esta situación que se agrava con el paso de los días, la DGT ha planificado la incorporación de 118 nuevos examinadores en septiembre y otros 100 en una oferta pública de empleo aún pendiente. Estas medidas apuntan a ampliar la plantilla y aliviar la presión sobre el sistema, pero se trata de soluciones a medio plazo que no eliminan de inmediato las largas listas de espera, por lo que la espera se mantiene, por lo menos a corto y mediano plazo.

Además, la DGT viene gestionando el incremento del número de examinadores, consciente de que la demanda no deja de crecer y que la plantilla actual está desfasada. Pese a estos esfuerzos, la incorporación progresiva de nuevos examinadores choca con otros factores que limitan la capacidad operativa, como las restricciones impuestas por normativas europeas (un obstáculo con el que seguro nadie contaba) que han reducido el número de pruebas que puede realizar cada examinador diariamente.

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Esto obliga a buscar un equilibrio delicado entre ampliar el personal y mantener los estándares de calidad y seguridad en las pruebas. Por ello, aunque la ampliación de plantilla es un paso necesario, no será suficiente para resolver a corto plazo el problema que afecta a miles de aspirantes.

Mantener la exigencia, un desafío frente a las largas esperas

Mantener La Exigencia, Un Desafío Frente A Las Largas Esperas
Fuente: Agencias

La DGT ha dejado claro que no bajará el nivel de exigencia en los exámenes de conducir a pesar de las dificultades actuales. El director general, Pere Navarro, ha subrayado que el carné es un documento serio y fundamental para garantizar la seguridad vial, por lo que flexibilizar los criterios no es una opción.

Esta postura ha generado controversia, ya que casi la mitad de los aspirantes no aprueba en la primera convocatoria, y la obligatoriedad de esperar hasta tres meses para una segunda prueba agrava la saturación. Este compromiso con la calidad y la seguridad pone en evidencia la complejidad del problema; aumentar la cantidad de aprobados rápidamente podría ser una solución rápida para reducir la presión, pero a costa de bajar los estándares de formación y poner en riesgo la seguridad en las vías.

Por ello, la DGT se encuentra ante un gran desafío; equilibrar la necesidad de agilizar el acceso al carné con la obligación de mantener un alto nivel de preparación. Mientras tanto, miles de jóvenes y adultos siguen atrapados en un sistema que, tal y como está, ya no da para más.

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