El Athletic Club de Bilbao se encuentra en un momento decisivo en el actual mercado de fichajes. Con el respaldo de unas finanzas sólidas y una estrategia clara desde la dirigencia, el club empieza a mover sus fichas con inteligencia. Luego de asegurar la renovación de Nico Williams y concretar la llegada gratuita de Robert Navarro, la posibilidad del regreso de Aymeric Laporte vuelve a tomar fuerza en San Mamés.
El deseo de Ernesto Valverde es claro. Necesita reforzar la defensa y tiene un objetivo prioritario que lleva tiempo en su radar. El problema no es nuevo. La operación por el central internacional no resulta sencilla debido a su elevado salario y su situación contractual en Arabia Saudita. Sin embargo, el contexto ha cambiado gracias a un impulso inesperado en las arcas del club.

Ese nuevo escenario financiero, producto del buen rendimiento deportivo de la última temporada, junto a una gestión ordenada desde la presidencia de Jon Uriarte, ha dado paso a un entorno más propicio para negociar el regreso de Laporte. La necesidad se ha hecho todavía más urgente tras el contratiempo con Yeray Álvarez, lo que empuja al club a cerrar la operación lo antes posible.
Laporte: Un ingreso europeo que cambia el juego
La reciente participación del Athletic en la Liga Europa no solo dejó grandes noches en San Mamés, también aportó un ingreso clave para el futuro inmediato. El balance financiero del primer semestre reveló una recaudación de 8,8 millones de euros en concepto de taquilla, un número impulsado por los siete partidos disputados en casa ante rivales de peso como la Roma, el Rangers y el Manchester United.
Ese ingreso llega en un momento justo, cuando el club necesita margen económico para afrontar fichajes de envergadura. La cifra no es aislada, sino que forma parte del plan estratégico AC Aurrera, impulsado desde la presidencia. Este proyecto busca modernizar la institución y potenciar tanto la cantera como el rendimiento del primer equipo.
Ahora, con esa base sólida, el club tiene argumentos para encarar negociaciones como la de Laporte, cuyo fichaje, aunque costoso, empieza a ser más viable gracias a estos ingresos. En un mercado cada vez más exigente, contar con liquidez marca la diferencia, y en Bilbao saben que este puede ser el momento para dar un paso importante en defensa.
El caso Yeray acelera el proceso de Laporte
El contexto deportivo también ha cambiado de forma brusca. La baja de Yeray Álvarez, apartado provisionalmente tras un positivo en un control antidopaje, ha dejado a Valverde con solo dos centrales disponibles. Esa situación transforma la búsqueda de un zaguero en una urgencia absoluta para un equipo que disputará tres competiciones desde agosto.
En ese panorama, la figura de Laporte se vuelve aún más relevante. El central de 31 años, actualmente en el Al Nassr, viene de una temporada con 31 partidos jugados y cinco goles, además de haberse coronado campeón de Europa con la selección española. Su experiencia, su conocimiento del club y su deseo de regresar a un entorno competitivo en Europa hacen que su fichaje sea más que una simple idea.
Con las cuentas a favor y la necesidad apremiante en defensa, la operación que parecía lejana comienza a tomar forma real. La directiva trabaja a contrarreloj para cerrar el acuerdo cuanto antes, consciente de que reforzar la zaga ya no es una opción sino una obligación. El regreso de Laporte podría ser el gran golpe del verano para un Athletic que sueña con seguir creciendo sin perder su esencia.
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