Novak Djokovic volvió a ser noticia en Wimbledon, pero esta vez no solo por una victoria. Su triunfo ante Flavio Cobolli en cuartos de final dejó un sabor agridulce en el ambiente. Más allá del pase a semifinales, una caída en pleno partido encendió la preocupación alrededor del serbio, justo cuando se avecina el choque contra Jannik Sinner, actual número uno del mundo.
En apariencia, parecía un accidente menor dentro de un encuentro largo y exigente. Sin embargo, las propias palabras de Djokovic tras el partido dispararon las alarmas.

Con gesto serio, el tenista admitió que su cuerpo ya no responde igual y que necesita tiempo para saber si esa acción podría traer consecuencias. A solo horas de uno de los partidos más duros del año, la incertidumbre se apoderó del All England Club.
Una victoria que dejó más dudas que certezas
El cruce ante Cobolli fue más exigente de lo esperado. Djokovic arrancó perdiendo el primer set y tuvo que apelar a su experiencia y temperamento para revertir la historia en cuatro mangas. Fueron más de tres horas intensas, que incluyeron un susto mayúsculo en los instantes finales. En plena definición, tras desperdiciar una bola de partido, el serbio resbaló en el césped y soltó un grito que paralizó a la pista central.
La imagen fue preocupante. Quedó tendido unos segundos que se hicieron eternos y, aunque logró incorporarse, ya nada volvió a ser igual. En la conferencia post partido, reconoció que la caída fue dolorosa y que evaluará con su equipo médico el verdadero impacto de esa jugada.
Más allá del golpe, lo que inquieta es el desgaste acumulado que arrastra desde las primeras rondas, un factor que podría pasarle factura en el momento más decisivo del torneo.
Sinner, un reto que llega en el peor momento
El tiempo no juega a favor de Djokovic, que deberá recuperarse en tiempo récord para enfrentar a un Jannik Sinner encendido. El italiano llega lanzado tras vencer a Ben Shelton y está cada vez más cerca de su primera final en Wimbledon. Además, tiene presente la reciente victoria que consiguió sobre el serbio en Roland Garros, donde se impuso con autoridad en sets corridos.
Aunque la superficie es distinta, el desafío es igual o más complejo. Djokovic sabe lo que representa jugar contra el número uno del mundo y no esconde la exigencia del compromiso. Declaró que está enfocado en llegar física y mentalmente listo, sin pensar en favoritismos. Anticipa un posible partido largo, incluso a cinco sets, y dejó en claro que solo su mejor versión podrá plantarle cara a un rival tan completo. Todo dependerá de cómo reaccione su cuerpo en las próximas horas.
Más allá de las dudas, Wimbledon sigue siendo el escenario soñado para Djokovic. El serbio busca su octavo título sobre el césped londinense, un logro que lo pondría aún más cerca de los nombres más grandes de la historia del tenis. Cada paso es clave y cada partido puede marcar el destino de su temporada. Frente a Sinner, además, hay una historia reciente favorable. Lo venció en 2022 y 2023 en este mismo torneo, siempre en rondas avanzadas.
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