El regreso de Aymeric Laporte al Athletic siempre ha estado sobre la mesa desde que el hispano-francés saliese del Manchester City rumbo a Arabia. El propio jugador se ha dado cuenta que su puesto en la Selección pende de un hilo si no regresa a Europa y eso le ha hecho ofrecerse a varios equipos. El Athletic no había movido ficha hasta el momento, esperando el desenlace de Nico Williams. Pero viendo que ahora suena el Atlético, Ernesto Valverde se ha puesto serio y ha exigido que se llame ya a Laporte.
Con la posible llegada de Laporte, se abre un nuevo escenario en la defensa del Athletic, y Valverde ya ha marcado las líneas maestras. El club no renovará la cesión ni intentará recuperar a Unai Núñez, que ha estado lejos del protagonismo que se esperaba durante su préstamo. Tampoco se contempla su fichaje en propiedad, dejando así vía libre para que el central vizcaíno continúe su carrera lejos de Lezama.

Laporte quiere regresar a casa
El fichaje de Laporte es mucho más que una operación nostálgica, es una apuesta directa del técnico para dotar de jerarquía y experiencia a una zaga que ha evidenciado ciertas carencias en momentos clave de la temporada. Con experiencia internacional y un alto nivel competitivo en clubes como el Manchester City y el Al-Nassr, el internacional español, con pasado rojiblanco, vuelve para ser un referente inmediato.
La llegada de Laporte no solo supone un cambio en la estructura defensiva, sino también una muestra de confianza de la directiva hacia Valverde. Pese al elevado coste, el club está dispuesto a satisfacer una de las grandes peticiones del míster, que considera fundamental reforzar la defensa con un jugador contrastado. La operación también manda un mensaje claro a la plantilla, el listón está alto, y la competencia será feroz.
Las consecuencias
La consecuencia más inmediata de esta maniobra es la situación de Unai Núñez. El Athletic ha decidido no contar con él ni como cedido ni como refuerzo definitivo. Su futuro queda, por tanto, desligado del proyecto que lidera Valverde, quien no lo considera pieza esencial en su esquema. La puerta está abierta para que Núñez busque un nuevo destino en el mercado.
Pero no solo él se verá afectado. Yeray Álvarez, habitual titular en las últimas campañas, también podría perder protagonismo con la llegada de Laporte. Aunque seguirá en la plantilla, su rol podría quedar relegado a un segundo plano, en beneficio de una zaga liderada por el nuevo fichaje. Así, Valverde toma el timón en una de las decisiones más polémicas y valientes de la dirección deportiva del Athletic.