La nueva regulación europea de carbono transformará el mercado energético y afectará directamente a hogares y empresas
La Unión Europea se prepara para implementar una de las transformaciones más ambiciosas de su política climática: el Sistema de Comercio de Emisiones 2 (ETS2), que entrará en vigor en 2027 y extenderá por primera vez el mercado europeo de carbono a sectores como la calefacción residencial y el transporte por carretera. Según el análisis de Magnus Commodities, consultora española especializada en energía y descarbonización, esta medida podría provocar un aumento del 50% en el precio del gas natural para los consumidores finales.
«El ETS2 representa un cambio de paradigma en el mercado energético europeo», explica Alejandro de Roca, Director de Mercados de Magnus Commodities. «Por primera vez, los costes del carbono llegarán directamente a los hogares europeos a través de sus facturas de calefacción y combustible, lo que requerirá una adaptación estratégica tanto de consumidores como de empresas».
El contexto: de ETS1 a ETS2, la evolución del mercado de carbono europeo
Desde 2005, Europa cuenta con el mercado ETS1 (Sistema de Comercio de Emisiones de la Unión Europea), que regula las emisiones de carbono principalmente en sectores industriales y de generación eléctrica. Este sistema ha sido fundamental para incentivar la reducción de emisiones y promover tecnologías más limpias, pero también ha tenido un impacto significativo en los costes energéticos para muchas empresas, al incorporar el coste de las emisiones en el precio de la energía.
El mercado ETS2 constituye una extensión del conocido ETS europeo, diseñado específicamente para incluir sectores clave como la calefacción y la construcción, que históricamente no estaban cubiertos por el ETS original. Su objetivo principal es incentivar la reducción de emisiones mediante la asignación y comercialización de derechos de emisión, fomentando la eficiencia energética y la transición hacia tecnologías más limpias en estos sectores.
Según la Comisión Europea, el ETS2 será completamente operativo en 2027, aunque existe la posibilidad de un retraso hasta 2028 en caso de precios excepcionalmente altos de gas o petróleo en 2026. El sistema establecerá un tope de emisiones que irá disminuyendo anualmente, con el objetivo de reducir las emisiones en un 42% para 2030 comparado con los niveles de 2005.
Calendario de implementación: una transición gradual hacia 2028
La implementación del ETS2 seguirá un cronograma cuidadosamente planificado para asegurar una transición ordenada y eficiente. Magnus Commodities ha identificado cuatro fases clave en este proceso:
2025: Inicio del seguimiento y reporte de emisiones
A partir del 1 de enero de 2025, las entidades reguladas deben comenzar a monitorizar y reportar sus emisiones de CO₂ a las autoridades nacionales competentes. Este paso es fundamental para establecer una base de datos precisa que permita la asignación de derechos de emisión en el futuro. Ya estamos viendo cómo los proveedores de gas están recopilando datos de consumo y emisiones para cumplir con estas obligaciones», señala Alejandro de Roca.
2026: Establecimiento del Fondo Social Climático
Se prevé la creación del Fondo Social Climático (FSC), que destinará el 50% los ingresos generados por las subastas de derechos de emisión a apoyar a los hogares vulnerables y a las microempresas en la transición hacia una economía baja en carbono. Este fondo movilizará al menos 86.700 millones de euros entre 2026 y 2032, según estimaciones de la Comisión Europea.
2027: Subastas de derechos de emisión y entrada en vigor del sistema
En 2027, se iniciarán las subastas de derechos de emisión para las entidades reguladas. Aunque la obligación de entrega de derechos de emisión comenzará en 2028, las subastas en 2027 permitirán una transición gradual y asegurarán la liquidez del mercado. Durante el primer año, se subastará un 30% adicional de permisos para proporcionar liquidez al mercado.
2028: Obligación de entrega de derechos de emisión
A partir de 2028, las entidades reguladas deberán entregar derechos de emisión equivalentes a sus emisiones de CO₂ del año anterior. Este mecanismo de «cap-and-trade» incentivará la reducción de emisiones mediante el establecimiento de un límite máximo que disminuirá anualmente.
El impacto económico: cuando el carbono llega a casa
El ETS2 tendrá un impacto significativo en los costes de energía para los consumidores europeos, especialmente en los sectores de calefacción y transporte, que hasta ahora no estaban regulados por el mercado de emisiones. Al incluir los combustibles fósiles utilizados en hogares y edificios dentro de un sistema de precios del carbono, el coste asociado a estas emisiones se trasladará al precio final de la energía que pagan los consumidores.
Según el análisis de Magnus Commodities, cuando comenzaron a operar los futuros del ETS2 en mayo de 2025, el precio de la tonelada de CO₂ se situó sorprendentemente cerca de los 73 euros, similar al ETS1. «Esto implica un aumento importante en el coste energético para los consumidores finales, pues los proveedores repercutirán íntegramente este coste», explica Alejandro de Roca.
Para el gas natural, el coste del carbono podría suponer alrededor de 15 euros por MWh, lo que representa un incremento sustancial en las facturas de calefacción. Las estimaciones de la Comisión Europea, basadas en un precio base de 48 euros por tonelada de CO₂, calculan incrementos de 0,11 euros por litro en la gasolina y 0,13 euros por litro en el diésel.
Sin embargo, las proyecciones a medio plazo son aún más preocupantes. Estudios especializados estiman que el precio del carbono podría alcanzar hasta 259 euros por tonelada en 2030, lo que podría traducirse en incrementos superiores a 0,50 euros por litro en combustibles. Para el sector residencial, cada aumento de 1 euro en el precio por tonelada de CO₂ puede traducirse en un encarecimiento anual medio de la calefacción de 3,1 euros por MWh en el caso del gas natural.
ETS1 vs ETS2: dos sistemas, un objetivo común
Es importante destacar que el ETS2 funcionará de manera independiente al ETS1, que cubre sectores como la generación eléctrica e industria pesada. Mientras que el ETS1 opera con un sistema de asignación y subasta de derechos de emisión dirigido a grandes instalaciones industriales, el ETS2 se centrará en los combustibles fósiles utilizados en calefacción, edificios y transporte por carretera.
Las entidades reguladas en el ETS2 serán los proveedores de estos combustibles, quienes deberán adquirir los derechos de emisión necesarios para cubrir sus emisiones. Este enfoque «upstream» significa que la regulación se aplicará en el punto de suministro del combustible, no en el punto de consumo, lo que simplifica la administración del sistema pero garantiza que los costes se trasladen a los consumidores finales.
«La principal diferencia radica en que el ETS2 afecta directamente al ciudadano de a pie», explica Alejandro de Roca de Magnus Commodities. «Mientras que el ETS1 impactaba principalmente en grandes empresas industriales y eléctricas, el ETS2 llegará a cada hogar europeo a través de sus facturas de gas y combustible».
Desafíos de implementación: resistencia política y social
La implementación del ETS2 no está exenta de controversias. Aunque todos los Estados miembros debían haber transpuesto la normativa a sus legislaciones nacionales antes de junio de 2024, solo Austria cumplió el plazo. La Comisión Europea ha iniciado procedimientos de infracción contra los países rezagados, mientras que Polonia, Chequia y Estonia han solicitado aplazamientos oficiales, alegando razones económicas y sociales.
La experiencia internacional refuerza la prudencia en la implementación. En Canadá, el Gobierno derogó en marzo de 2025 su impuesto al carbono para combustibles tras años de oposición pública, a pesar de que la mayoría de la población recibía más dinero en devoluciones que lo que pagaba en la tasa. El problema no fue financiero, sino comunicativo: los beneficios no fueron comprendidos ni valorados por la ciudadanía.
Consciente del posible efecto social regresivo de esta medida, la Unión Europea ha diseñado mecanismos de protección. El Fondo Social para el Clima servirá para apoyar a los sectores más vulnerables mediante ayudas directas, inversiones en eficiencia energética, movilidad sostenible y renovación de edificios. Sin embargo, organizaciones sociales y varios Estados miembros han expresado dudas sobre la capacidad real del fondo para compensar los efectos negativos del ETS2.
Mecanismos de estabilización de precios
Para evitar fluctuaciones extremas en los precios del carbono, el ETS2 contará con una Reserva de Estabilidad del Mercado. Durante los primeros tres años de operación, si el precio de los permisos excede los 45 euros por tonelada (en precios de 2020, ajustados por inflación), se podrán liberar permisos adicionales de la reserva para abordar aumentos excesivos de precios.
También se podrán liberar permisos de esta reserva si el precio aumenta demasiado rápidamente. Las reglas y condiciones para tal liberación están especificadas en la Directiva ETS, aunque expertos como los de Magnus Commodities señalan que este mecanismo presenta limitaciones en su capacidad de respuesta y volumen, lo que genera incertidumbre sobre su eficacia ante posibles picos de precios.
Efectos operativos ya visibles
Según el análisis de Magnus Commodities, el ETS2 ya está empezando a tener efectos operativos. Los proveedores de gas están recopilando datos de consumo y emisiones para cumplir con las obligaciones de reporte, y muchos contratos de suministro energético para 2027 y siguientes ya incluyen cláusulas específicas sobre cómo se repercutirán los costes del ETS2 a los clientes.
«Los mercados de futuros ya están reflejando estas expectativas», señala Alejandro de Roca. «Cuando comenzaron a operar los futuros del ETS2 en mayo de 2025, vimos precios que se situaron cerca de los 73 euros por tonelada, lo que confirma nuestras proyecciones sobre el impacto significativo en los costes energéticos».
Este impacto será especialmente agudo en los hogares de menores ingresos, donde el gasto energético representa una parte significativa del presupuesto familiar. Además, el encarecimiento afectará también a pequeñas empresas y consumidores sin acceso inmediato a alternativas como los vehículos eléctricos o la calefacción renovable.
Recomendaciones para consumidores y empresas
Ante la inminente implementación del ETS2, Magnus Commodities recomienda a consumidores y empresas adoptar estrategias proactivas para mitigar el impacto económico. «Es fundamental que los compradores de energía adapten sus estrategias de gestión y contratación para mitigar el impacto del ETS2», aconseja Alejandro de Roca.
Para los hogares, las principales recomendaciones incluyen la evaluación de alternativas de calefacción más eficientes, como las bombas de calor, que pueden ofrecer ahorros significativos frente al gas natural una vez que entren en vigor los costes del carbono. También se recomienda mejorar el aislamiento térmico de las viviendas y considerar la instalación de sistemas de energía renovable cuando sea posible.
Para las empresas, especialmente las pequeñas y medianas que no estaban previamente expuestas al mercado de carbono, será crucial revisar sus contratos energéticos y evaluar opciones de eficiencia energética. «Las empresas que actúen ahora tendrán una ventaja competitiva significativa cuando el sistema entre en pleno funcionamiento», advierte el Director de Mercados de Magnus Commodities.
Perspectivas de futuro: hacia la convergencia de mercados
Aunque la puesta en marcha del ETS2 está prácticamente confirmada para 2027-2028, algunos Estados miembros continúan expresando preocupaciones sobre su impacto económico y social. Sin embargo, la Comisión Europea ha reiterado que no prevé modificar el ETS2 antes de 2028 y está presionando para su implementación a tiempo, incluso iniciando procedimientos contra países que no lo han transpuesto.
A partir de 2030, se prevé que el ETS1 y el ETS2 comiencen a converger en precio, creando un mercado de carbono más unificado en toda la economía europea. Esta convergencia representará la culminación de la estrategia europea de descarbonización, extendiendo los incentivos de mercado para la reducción de emisiones a prácticamente todos los sectores económicos.
El ETS2 elevará los costes energéticos a corto plazo, pero también creará incentivos poderosos para reducir el consumo de combustibles fósiles, acelerar la eficiencia energética y fomentar la transición hacia fuentes renovables. En este contexto, Europa busca mantener su liderazgo global en la lucha contra el cambio climático, aunque el éxito del sistema dependerá en gran medida de su aceptación social y de la efectividad de las medidas de apoyo a los sectores más vulnerables.
La importancia del asesoramiento especializado
En un contexto de transformación tan profunda del mercado energético europeo, contar con el asesoramiento de empresas especializadas como Magnus Commodities se vuelve fundamental para navegar exitosamente esta transición. La consultora barcelonesa, especializada en grandes consumidores de energía, ofrece el conocimiento técnico y la experiencia necesaria para ayudar a empresas y organizaciones a adaptar sus estrategias energéticas a la nueva realidad del ETS2.
«La complejidad del nuevo marco regulatorio requiere un análisis detallado y personalizado para cada cliente», explica Alejandro de Roca. «No se trata solo de entender los costes adicionales, sino de identificar oportunidades de eficiencia y alternativas energéticas que permitan no solo mitigar el impacto del ETS2, sino convertirlo en una ventaja competitiva».
Magnus Commodities, con su profundo conocimiento del mercado energético español y europeo, está posicionada como un socio estratégico clave para empresas que buscan no solo cumplir con las nuevas regulaciones, sino prosperar en el nuevo paradigma energético que se avecina. Su experiencia en descarbonización y gestión energética será crucial para ayudar a los grandes consumidores de energía a tomar decisiones informadas en un entorno cada vez más complejo y regulado.