El verano en España ha dejado claro que este año, de nuevo, no dará tregua. Después de un mes de junio inusualmente caluroso, AEMET ya han lanzado su advertencia para el siguiente mes: julio será incluso más extremo y que se deben tomar prevenciones.
Las previsiones señalan que julio será un mes marcado por el calor persistente, temperaturas muy por encima de lo habitual y sequedad generalizada en una buena parte del país. Una combinación que enciende las alarmas tanto en la ciudadanía como en sectores específicos como la agricultura y la gestión del agua.
2Un julio seco que agrava el déficit hídrico

Las precipitaciones no se harán presentes este mes de julio. Aunque los modelos climáticos no prevén un mes completamente seco, sí confirman que las lluvias se mantendrán por debajo de la media en muchas regiones. El norte y el extremo sur del país son los que mayormente podrían experimentar un déficit hídrico más marcado, con lluvias prácticamente inexistentes.
Esta situación se agrava en zonas que ya acumulan varios meses con poca agua. La escasez de precipitaciones, aunadas al calor extremo, elevará la sensación de sequedad en todo el territorio. El riesgo de incendios forestales estará muy presente de forma exponencial, sobre todo en áreas rurales y boscosas.
Los expertos también han alertado sobre posibles consecuencias en el sector agrícola. Los cultivos de secano podrían verse afectados, mientras que los de regadío deberán depender aún más de unos recursos hídricos que ya están tensionados. Las autoridades locales pueden verse forzadas a tomar medidas adicionales para gestionar el uso del agua, sobre todo si esta tendencia persiste hasta agosto.