En el fútbol hay noches que marcan un antes y un después. Partidos que se quedan grabados en la retina de los hinchas y actuaciones que parecen escritas para la historia. Lamine Yamal acaba de firmar una de esas jornadas inolvidables, en la victoria de España frente a Francia por la Nations League.
Lo suyo fue una mezcla de madurez y descaro. Jugó con la templanza de un veterano, pero con el hambre de un joven que apenas empieza a escribir su historia. Y lo más emotivo fue que su mensaje tras el partido no llegó en una rueda de prensa repleta de focos, sino con una frase íntima y poderosa que le dijo a su madre.

«Siempre se lo digo a mi madre, que intento darlo todo«, soltó ante las cámaras de TVE. Con esas palabras, Lamine Yamal dejó entrever su esencia. Menos promesas, más hechos. Y lo que mostró en el campo fue fútbol del más alto nivel. Su doblete y la asistencia que generó el primer gol fueron un recital que eclipsó a figuras consagradas como Kylian Mbappé y Ousmane Dembélé. No pidió el Balón de Oro. Lo reclamó, con autoridad, desde el césped.
Una actuación de Lamine Yamal que lo cambia todo en la Nations League
El encuentro fue una auténtica locura. España dominaba 5-1 al minuto 67 y parecía tener la final asegurada. Pero Francia, con ese gen competitivo que la caracteriza, reaccionó y puso el marcador 5-4, dejando a todos sin aliento. En ese escenario vibrante y caótico, Lamine Yamal fue el que mantuvo la calma. Se echó el equipo al hombro y lo condujo con talento hacia una nueva final continental.
Con apenas 17 años, el jugador del FC Barcelona mostró una madurez que no se enseña. Anotó dos goles claves y, además, fue pieza vital en la jugada del primer tanto. Una combinación rápida con Nico Williams que terminó en gol de Oyarzabal. Su presencia fue constante en todo el frente de ataque. Cada vez que tocaba el balón, algo pasaba.
Enfrente tuvo a una defensa francesa que no encontró respuestas. Theo Hernández, normalmente sólido, no pudo contenerlo. Fue una noche en la que todo le salió a Yamal, y cuando eso ocurre, el espectáculo está garantizado.
Lamine Yamal eclipsa a Dembélé y aviva el debate dorado
Si alguien esperaba un duelo parejo entre Lamine Yamal y Ousmane Dembélé, el partido dejó un veredicto claro. Mientras el joven español brillaba con luz propia, el francés apenas inquietó. Dembélé no marcó, estrelló un remate en el palo y abandonó el campo cuando su equipo ya caía 4-1.
En cambio, Lamine Yamal fue un vendaval. Ganó 10 de 12 duelos, completó dos regates y recibió cuatro faltas que reflejan la impotencia del rival. Más allá de los números, su impacto en el juego fue total. No solo desbordó, también organizó y finalizó. Fue un jugador completo en una noche clave.
El trabajo de Marc Cucurella sobre Dembélé también fue para destacar. El lateral cumplió con creces. Pero, al final, fue el show de Yamal lo que se llevó todos los focos. Luis Enrique ha defendido públicamente a Dembélé como candidato al Balón de Oro, pero cada vez se hace más difícil no incluir al joven español en esa conversación. Lo que hizo en esta semifinal no fue casualidad. Fue un paso firme hacia la élite absoluta.