Durante décadas, la pescadería de toda la vida ha sido un rincón habitual en los supermercados: un mostrador lleno de hielo, pescado fresco y una cola que avanza lentamente mientras uno decide si llevar merluza, dorada o salmón. Pero esa escena, tan familiar como tradicional, está a punto de desaparecer tal y como la conocemos. Y el responsable del cambio no es otro que Mercadona, que ha iniciado una transformación silenciosa, pero contundente, en su manera de vender pescado fresco.
La cadena valenciana, líder indiscutible del sector en España, ha comenzado a sustituir el mostrador de pescado por un sistema mucho más ágil y práctico. Lo que propone Mercadona no es solo una reorganización de espacios: es un nuevo modelo de pescadería que promete cambiar los hábitos de millones de consumidores.
2Mercadona: bandejas frescas, envases reciclables y menos desperdicio

Uno de los aspectos más cuidados de este nuevo modelo es la sostenibilidad. Las bandejas de pescado fresco se presentan en envases reciclables diseñados para conservar al máximo la calidad del producto. Al mismo tiempo, permiten una gestión más responsable de los residuos.
Mercadona ha entendido que el compromiso con el medio ambiente no es negociable, y ha incorporado esta conciencia ecológica en cada paso del proceso. El formato envasado no solo permite mantener la frescura, sino que también ayuda a reducir el desperdicio.
Al estar porcionado, el pescado en bandeja evita compras impulsivas que acaban en la basura. Y al tener una vida útil mejor controlada, se facilita la rotación del producto y se mejora la gestión del stock en tienda. En pocas palabras: se vende lo que se necesita y se conserva lo que aún puede aprovecharse.
Desde Mercadona aseguran que la calidad del producto en bandeja es idéntica a la del pescado vendido al corte, con la diferencia de que ahora todo es más rápido, más higiénico y más cómodo. En algunas tiendas, el mostrador de pescadería seguirá existiendo, pero cada vez será más residual.