Las redes sociales, territorio de entretenimiento, conexión y tendencias, se han convertido también en el escenario perfecto para un fenómeno que preocupa, y mucho. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha destapado un nuevo timo digital que gana fuerza en plataformas como TikTok e Instagram. ¿Las principales víctimas? Los jóvenes. ¿La promesa? Ganar dinero sin moverse de casa. ¿La realidad? Una peligrosa estafa camuflada de inversión.
Relojes de lujo, coches deportivos y billetes contados frente a la cámara: así comienza una trampa que, según la OCU, es más vieja que Internet, pero que se ha actualizado para explotar las vulnerabilidades de una generación que busca oportunidades fáciles en un contexto de incertidumbre.
2Jóvenes españoles: blanco fácil en un contexto de precariedad

La OCU ha puesto el foco en un grupo especialmente vulnerable: los jóvenes. ¿Por qué ellos? Porque se encuentran en una etapa de búsqueda, donde el acceso a la independencia económica, la presión social y la inmediatez de las redes pueden nublar el juicio. Muchos de ellos, según explica la OCU, carecen de herramientas para identificar una inversión real de una trampa bien disfrazada.
Y hay otro elemento que agrava el problema: el contexto laboral. La alta tasa de desempleo juvenil, los contratos precarios y la dificultad para acceder a la vivienda generan un caldo de cultivo perfecto para que estas estafas prosperen. Como explica Ileana Izverniceanu, portavoz de la OCU, “nadie da duros a pesetas”, pero cuando el bolsillo aprieta, cualquier promesa de rentabilidad puede parecer una tabla de salvación.
En este escenario, los timadores no solo ofrecen dinero: venden esperanza. Y esa es, quizá, la parte más cruel del engaño. Porque muchos jóvenes no solo pierden lo que han invertido, sino también la confianza en sí mismos, en los demás y en cualquier sistema financiero.