La noche del 17 de mayo quedará grabada en la memoria de los españoles como un nuevo episodio de decepción en Eurovisión. Melody, que llegó al festival con el tema viral ‘Esa diva’, logró un vago puesto entre 26 participantes, sumando un total de 37 puntos.
Un resultado que empeora el ya discreto lugar número 22 de Nebulossa el año pasado y aviva el debate sobre replantear la participación de España en Eurovisión. Las redes sociales explotaron minutos después de conocerse la clasificación, con críticas contundentes a la organización, al método de votación y, sobre todo, a la sensación de qué es lo que realmente pide Europa para ganar el certamen.
3El grito de retirada

La frustración ha escalado a niveles donde muchos están pidiendo a España que abandone su participación en el festival temporalmente. «Hartos de ser el hazmerreír. Mejor nos ausentamos unos años y volvemos con algo que realmente impacte», propuso alguien en Instagram. La idea no es propia de España —países como Italia o Hungría lo han hecho en el pasado—, sin embargo, implica riesgos: perder visibilidad internacional y el derecho a votar en futuras ediciones.
Pese a ello, los defensores de esta medida justifican que una pausa permitiría a España reorganizar el proceso de selección. La organización debe analizar el fracaso de Melody y mirar más allá de la actuación. Aunque ‘Esa diva’ sonaba bien en las radios españolas, y en las redes sociales de España y Latinoamérica, la canción carecía del gancho internacional que suelen premiar los votos.