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Este sencillo truco al cocinar pasta la hace mucho más saludable, según los expertos

La pasta es uno de los alimentos más versátiles y consumidos en todo el mundo, especialmente en la cocina mediterránea. Cocinar pasta se ha convertido en una solución rápida y sencilla para millones de hogares españoles que buscan preparar una comida deliciosa en poco tiempo. Sin embargo, pese a su popularidad, este alimento ha sido objeto de controversia en los últimos años debido a su alto índice glucémico, que provoca elevaciones rápidas de los niveles de azúcar en sangre.

Recientes investigaciones científicas han revelado que existen métodos simples que pueden transformar este alimento cotidiano en una opción mucho más saludable. Los expertos en nutrición han descubierto que determinadas técnicas al cocinar pasta pueden reducir significativamente su impacto en los niveles de glucosa, sin sacrificar el sabor o la textura que tanto nos gusta. Estos hallazgos son especialmente relevantes en un contexto donde las enfermedades relacionadas con la alimentación, como la diabetes tipo 2 y la obesidad, continúan aumentando en España y en el resto del mundo.

AÑADIR ACEITE AL AGUA: UN GESTO SIMPLE CON GRANDES BENEFICIOS

Añadir Aceite Al Agua: Un Gesto Simple Con Grandes Beneficios
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Uno de los trucos más sencillos para hacer la pasta más saludable consiste en añadir un chorrito de aceite de oliva al agua de cocción. Esta práctica, habitual en muchas cocinas mediterráneas por motivos principalmente relacionados con evitar que la pasta se pegue, tiene beneficios que van mucho más allá de lo puramente culinario. El aceite forma una película alrededor de los hidratos de carbono presentes en la pasta, ralentizando su digestión y, por tanto, reduciendo el impacto en los niveles de azúcar en sangre.

Estudios realizados por la Universidad de Módena han demostrado que al cocinar pasta con este método se puede conseguir una reducción de hasta un 30% en el índice glucémico del producto final. Los investigadores observaron que el aceite no solo modifica la estructura externa del alimento sino que altera la manera en que los almidones se liberan durante la digestión, favoreciendo un proceso más gradual y saludable. Este simple gesto puede transformar un plato de pasta convencional en una opción más adecuada incluso para personas con diabetes o quienes siguen dietas de control glucémico.

LA TÉCNICA DEL ENFRIAMIENTO: CIENCIA EN TU COCINA

La Técnica Del Enfriamiento: Ciencia En Tu Cocina
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Otra estrategia revolucionaria consiste en dejar enfriar la pasta después de cocinarla y recalentarla antes de consumirla. Este proceso, aparentemente contradictorio con la tradición italiana de servir la pasta recién hecha, está respaldado por sólida evidencia científica. Al enfriarse, parte del almidón de la pasta se transforma en almidón resistente, un tipo de carbohidrato que nuestro organismo procesa de manera similar a la fibra.

Investigaciones publicadas en la revista European Journal of Clinical Nutrition revelaron que al cocinar pasta siguiendo este método se puede reducir el índice glucémico hasta en un 50%. Los científicos explican que el proceso de enfriamiento y recalentamiento modifica la estructura molecular de los almidones presentes en la pasta, convirtiendo una parte de ellos en no digeribles. Este almidón resistente no solo disminuye la respuesta glucémica, sino que también actúa como prebiótico, alimentando a las bacterias beneficiosas del intestino y mejorando la salud digestiva en general.

COMBINACIONES INTELIGENTES: POTENCIA LOS BENEFICIOS AL COCINAR PASTA

Los nutricionistas recomiendan complementar estos trucos con combinaciones alimentarias inteligentes. Al cocinar pasta, resulta beneficioso acompañarla con ingredientes ricos en proteínas, grasas saludables y fibra. La incorporación de verduras, especialmente aquellas con bajo índice glucémico como el brócoli o las espinacas, puede ralentizar aún más la absorción de los carbohidratos.

Un estudio de la Universidad de Sydney demostró que una ración de pasta cocinada con el método del enfriamiento y recalentamiento, aderezada con aceite de oliva y acompañada de verduras y proteínas, puede tener un impacto glucémico hasta tres veces menor que la misma pasta servida de manera tradicional. Los expertos subrayan que estas combinaciones no solo mejoran el perfil nutricional del plato sino que también potencian el efecto de los trucos anteriormente mencionados, creando un efecto sinérgico que maximiza los beneficios para la salud sin comprometer el placer gastronómico.

LA IMPORTANCIA DEL TIEMPO DE COCCIÓN EN LA SALUD DIGESTIVA

El punto de cocción también juega un papel fundamental en el impacto metabólico de la pasta. Contrariamente a lo que muchos piensan, cocinar pasta al dente no es solo una cuestión de preferencia gastronómica italiana, sino una decisión con implicaciones para la salud. La pasta ligeramente firme, con ese característico punto de resistencia al morderla que los italianos denominan «al dente», tiene un índice glucémico considerablemente menor que la pasta muy cocida.

Investigaciones del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) han confirmado que la pasta cocinada durante menos tiempo mantiene una estructura más compacta que ralentiza su digestión. Los científicos explican que la sobrecocción descompone en exceso las cadenas de almidón haciendo que sean más accesibles a las enzimas digestivas, lo que acelera su conversión en glucosa. Este hallazgo sugiere que algo tan simple como reducir unos minutos el tiempo al cocinar pasta puede tener efectos positivos significativos en la respuesta insulínica posterior a su consumo.

VARIEDADES ALTERNATIVAS: MÁS ALLÁ DEL TRIGO TRADICIONAL

Variedades Alternativas: Más Allá Del Trigo Tradicional
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El mercado actual ofrece una amplia variedad de pastas elaboradas con ingredientes alternativos al trigo común. Estas opciones pueden complementar los trucos anteriores, potenciando aún más los beneficios para la salud. Las pastas integrales, con su alto contenido en fibra y nutrientes que permanecen en el salvado del grano, tienen por naturaleza un índice glucémico más bajo que sus homólogas refinadas.

Las variedades elaboradas con legumbres como lentejas o garbanzos son especialmente interesantes desde el punto de vista nutricional. Un estudio comparativo realizado por nutricionistas de la Universidad Complutense de Madrid demostró que al cocinar pasta de legumbres aplicando el truco del enfriamiento y recalentamiento, se consigue un alimento con un índice glucémico excepcionalmente bajo y un aporte proteico superior. Los expertos destacan que estas alternativas no solo ofrecen beneficios metabólicos sino que también aportan perfiles nutricionales más completos con mayor cantidad de minerales y vitaminas, constituyendo una excelente opción para quienes desean disfrutar de la pasta de forma regular sin preocuparse por sus efectos en los niveles de azúcar en sangre o en el peso corporal.