Hay alguien que sabe muy bien cómo mantenerse en la élite a lo largo del tiempo: Jan Oblak. Este portero esloveno no solo destaca en Europa, sino que su nombre resuena también en lugares como Arabia Saudí, literalmente. A sus 31 años, es un futbolista completo, determinado y con una experiencia increíble. Es una de esas piezas que, por más que el Atlético de Madrid lo haya considerado en algún momento, es imposible dejar ir.
La directiva del club probablemente lo ha pensado más de una vez, al igual que los aficionados, quienes en varias ocasiones han sido muy críticos con el guardameta. Sin embargo, pocas cosas son tan satisfactorias en el fútbol como silenciar a los críticos, y eso es precisamente lo que ha hecho el arquero rojiblanco en este inicio de temporada.
El arranque ha sido prometedor para los colchoneros, que se mantienen en los primeros puestos de la clasificación tras acumular cuatro victorias y tres empates, sin conocer la derrota. Este buen momento es una señal alentadora para el equipo de Diego Simeone, que está obligado a dar la campanada en el torneo local. Cuentan con los argumentos para competir al más alto nivel en una de las temporadas más largas que se recuerdan, debido a la ampliación de la Champions League y la Europa League.
Lo curioso es que aquellos que han criticado a Jan Oblak tendrán que seguir esperando su caída, porque todo indica que aún hay portero para rato. Veamos qué ha hecho el esloveno para dejar a sus detractores fuera de juego.
8La eterna lucha por el equilibrio
Lo que sí tiene que quedar claro es que una vez más, el Atlético de Madrid mostró dos caras en un mismo partido.
Y es que la falta de intensidad en la primera mitad contrastó con la mejora en la segunda, pero este sigue siendo un problema recurrente en el equipo del Cholo Simeone.
Oblak, Giuliano, Reinildo y Koke fueron algunos de los nombres que destacaron en diferentes aspectos, pero el equipo aún no encuentra ese equilibrio necesario para competir al máximo nivel durante los 90 minutos.
Pese a ello, el rendimiento de Oblak es un gran recordatorio de que no debe ser ignorado por la directiva si el Atlético quiere volver a pelear por títulos importantes.
Esperemos que la entidad haya aprendido la lección y se aleje de esa posibilidad de darle la patada a una de sus grandes estrellas por mero afán de querer tener piezas más jóvenes que ni ellos mismos tienen la seguridad de que vayan a cuajar en la alineación en las primeras de cambio.







