La crisis de los menores extranjeros no acompañados es un tema que ha generado gran controversia en España. En medio de esta situación, el presidente y fundador de Mensajeros de la Paz, Ángel García, más conocido como padre Ángel, ha expresado su profundo dolor ante los mensajes de odio y bulos que se han vertido contra estos niños. En una entrevista reciente, el sacerdote ha denunciado enérgicamente la actitud de quienes los tachan de delincuentes, considerándolo como algo "de miserables".
El padre Ángel se ha mostrado especialmente preocupado por la situación en Ceuta, donde actualmente se encuentran 434 menores migrantes no acompañados, a pesar de que la ciudad solo cuenta con recursos para atender a 132. Ante este escenario, el sacerdote viajará a la ciudad autónoma para reunirse con el presidente y la delegada del Gobierno, con el objetivo de interesarse por la situación que atraviesan estos niños.
LA LUCHA CONTRA LOS MENSAJES DE ODIO
El padre Ángel ha expresado su profundo dolor por los mensajes de odio y bulos que se han difundido contra los menores migrantes. Según el sacerdote, "es de miserables pensar que estos chicos --que vienen solo porque quieren comer y porque quieren escapar de la muerte-- son delincuentes". Ante esta situación, el padre Ángel espera que quienes han difundido estos mensajes "estén arrepentidos" y "que pidan disculpas por lo que han dicho".
Para el padre Ángel, lo más "triste" es que la sociedad no quiera "compartir con los demás el pan, el suelo, el aire". Si bien reconoce que "tiene que haber unas leyes y que el problema no es de España solo", insiste en que esto "no nos quita a ser solidarios y a querer encontrar alguna solución".
Ante las críticas de un "efecto llamada", el padre Ángel ha sido claro: "No, mire, no hacemos efecto de llamada. Hacemos que cada uno pone lo que pone, lo que puede. Lo que uno no puede hacer es echarles, quitarles, mandarles las fuerzas para que no entren. No sé, todo eso es un poco absurdo".
LA FRUSTRACIÓN POR LA LEY DE EXTRANJERÍA
El padre Ángel también se ha mostrado frustrado por la falta de acción de la sociedad y las instituciones religiosas ante la reciente derrota de la ley de extranjería en el Congreso. Según el sacerdote, "me dio mucha pena. Primero que no se haya aprobado", y lamenta que "la sociedad, las instituciones religiosas y las ONG no hayan salido 'a la calle a protestar'".
Para el padre Ángel, "a la mayor parte de las personas parece que no nos preocupaba, y pasó sin ton ni son, entraron en el Congreso, salieron del Congreso, siguieron tomando cafés, pero no solamente los políticos o gobernantes, también los de a pie, los ciudadanos". Esta inacción, según el sacerdote, es una muestra de que la sociedad no se ha preocupado lo suficiente por encontrar soluciones a la crisis de los menores migrantes.
LA ESPERANZA EN UNA SOLUCIÓN SOLIDARIA
A pesar de los retos y la frustración, el padre Ángel se muestra optimista y cree que "hay mucha más gente que quiere resolver el problema y que dentro del Gobierno y de los partidos, además de que se peleen, están preocupados. Esta confianza en la voluntad de encontrar soluciones solidarias es fundamental para el sacerdote, quien ha dedicado gran parte de su vida a ayudar a los más necesitados.
En este sentido, el padre Ángel reitera su llamado a la solidaridad y a la empatía hacia los menores migrantes. Para él, "no hacemos efecto de llamada. Hacemos que cada uno pone lo que pone, lo que puede. Lo que uno no puede hacer es echarles, quitarles, mandarles las fuerzas para que no entren. No sé, todo eso es un poco absurdo".
La lucha del padre Ángel contra el odio y la xenofobia es un ejemplo de la importancia de anteponer la compasión y la humanidad ante situaciones complejas como la crisis de los menores migrantes. Su mensaje de solidaridad y su compromiso inquebrantable con los más vulnerables son un llamado a la sociedad española a unirse en la búsqueda de soluciones justas y dignas para estos niños.