Estados Unidos ha dado un paso trascendental para fortalecer su posición en la industria de semiconductores, otorgando una cuantiosa inversión a la destacada empresa Texas Instruments. Este movimiento estratégico, impulsado por la Ley de Chips, tiene como objetivo fomentar la autosuficiencia estadounidense en este sector clave de la electrónica.
Subvenciones y Préstamos para Impulsar el Crecimiento de Texas Instruments
El Gobierno de Estados Unidos, a través del Departamento de Comercio, ha anunciado que otorgará a Texas Instruments un paquete de ayudas por un monto total de 4.600 millones de dólares (4.187 millones de euros). Esta cifra incluye 1.600 millones de dólares (1.456 millones de euros) en subvenciones directas y 3.000 millones de dólares (2.731 millones de euros) en forma de créditos.
Estos fondos desempeñarán un papel crucial en la financiación parcial de la construcción de tres nuevas fábricas de la compañía, dos en Texas y una en Utah. Esta ambiciosa iniciativa, que se extenderá hasta el año 2029, tendrá un costo total de aproximadamente 18.000 millones de dólares (16.383 millones de euros).
La secretaria de Comercio, Gina Raimondo, ha destacado que esta inversión en el líder mundial de chips de última generación y de nodos maduros fortalecerá significativamente la seguridad económica y nacional de Estados Unidos, al tiempo que mitiga las vulnerabilidades de la cadena de suministro, factores clave que impulsaron la promulgación de la Ley de Chips y Ciencia.
Generación de Empleo y Fortalecimiento de la Industria Nacional
La construcción de estas nuevas instalaciones de Texas Instruments se espera que genere aproximadamente 2.000 puestos de trabajo industriales, así como miles de empleos adicionales durante la fase de construcción. Esta iniciativa representa un importante paso en la dirección correcta, ya que la escasez de chips y de nodos maduros durante la pandemia ha alimentado la inflación y debilitado la seguridad económica del país.
Según la subsecretaria de Comercio para la Fijación de Estándares y Tecnología, Laurie Locascio, esta inversión en Texas Instruments mejorará considerablemente la seguridad económica y nacional de Estados Unidos, al tiempo que mitiga las vulnerabilidades de la cadena de suministro, objetivos clave de la Ley de Chips y Ciencia.
Esta medida estratégica posiciona a la industria de semiconductores estadounidense en una situación de fortaleza, impulsando su liderazgo global y garantizando su autosuficiencia en este sector crítico de la electrónica.