Este árbol de El Retiro tiene más años que el propio parque de Madrid

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¿Cómo explicar que un árbol de El Retiro tenga más años que el propio parque? En el corazón de los emblemáticos Jardines del Buen Retiro de Madrid se alza un testigo silencioso de la historia que supera con creces la antigüedad del propio parque. Entre la exuberancia de sus más de 15.000 árboles, destaca un venerable olivo cuya edad se remonta a tiempos inmemoriales. Con una estimación de 627 años, este imponente árbol desafía las convenciones temporales al haber echado raíces mucho antes de la creación de los jardines por Felipe IV en el siglo XVII.

Con sus cinco toneladas de peso y una altura que apenas roza los tres metros, este olivo se erige como un símbolo de resistencia y longevidad en medio del bullicio urbano madrileño. Su tronco, con un diámetro aproximado de tres metros, cuenta la historia silenciosa de siglos de cambios y transformaciones en la capital española. Sin embargo, su origen no se encuentra en los mismos terrenos que hoy ocupa el parque, sino que fue trasladado desde un vivero en Carabaña, en una iniciativa que busca preservar la biodiversidad y enriquecer el patrimonio natural de Europa.

La presencia de este olivo no solo añade un capítulo más a la historia de El Retiro, sino que también establece un vínculo perdurable entre el parque y la tradición mediterránea. Su capacidad para resistir las inclemencias del clima y su habilidad para regenerarse lo convierten en un símbolo de esperanza y perdurabilidad en un entorno en constante cambio. Este árbol milenario no solo es un monumento vivo de la naturaleza, sino también un recordatorio de la inquebrantable conexión entre el pasado, el presente y el futuro de Madrid.

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Tras las huellas del pasado: origen y singularidad del olivo

Tras las huellas del pasado: origen y singularidad del olivo

Sumérgete en los misteriosos orígenes del olivo de 627 años que ahora se erige majestuoso en los jardines de El Retiro. Su historia comienza en el municipio madrileño de Carabaña, donde fue cuidadosamente cultivado antes de ser trasladado al corazón de Madrid como parte de una iniciativa de conservación ambiental.

Este ejemplar único no solo es un testamento de la longevidad y la resistencia de la especie, sino también un símbolo de la colaboración europea en la protección de la biodiversidad. Al ser parte del proyecto ‘Un árbol por Europa’, el olivo no solo encuentra un nuevo hogar en los jardines históricos de la capital española, sino que también contribuye a la preservación de los bosques y la naturaleza en todo el continente.

Su singularidad y su trasfondo histórico lo convierten en un verdadero tesoro vivo, cuyas raíces se entrelazan con la historia y la cultura de Madrid y Europa en su conjunto. En cada rama y hoja de este olivo, se encuentra una historia de conexión, colaboración y compromiso con el cuidado de nuestro entorno natural, recordándonos la importancia de proteger y valorar la diversidad biológica que nos rodea.