Si nos nombran a Leticia Sabater, probablemente tengamos en nuestra mente a alguien de carácter extrovertido, polémico y con mucho carisma. Es que justamente con estos comportamientos, la española oriunda de Barcelona saltó a la fama a fines de la década del ochenta, cautivando a más de uno por su belleza y comportamiento frente a las cámaras de televisión.
Comenzó en el rubro del espectáculo en el año 1986, cuando apareció en el programa Un,dos, tres…responda otra vez. Tras vestirse de azafata en la Vuelta Ciclista de España (1989), ganaría una enorme popularidad un año más tarde, cuando fue contratada por TVE. Se trata ni más ni menos que del recordado matutino Por la mañana, en donde la estrella rutilante allí era Jesús Hermida.
El giro inesperado en la carrera de Leticia Sabater
La chance de ser cantante infantil le llegó en una época emergente de este tipo de artistas, la cual encabezaba mundialmente la brasileña Xuxa. Fue así como le ofrecieron presentar el programa No te lo pierdas, aunque su fama total llegó tras pasarse a Telecinco. Desayuna con alegría la tuvo casi a diario por más de dos años, captando la atención de niños e insólitamente (o no tanto), adultos.
Durante su ciclo destinado a los niños, Sabater también probó suerte con otros espacios más adultos o juveniles, como el concurso Lo que hay que tener, sin tanto éxito como los anteriores ciclos pero que duró hasta el 2000. Decididamente, abandonó su faceta infantil para apuntarle a otro público, conduciendo Mentiras Peligrosas, en donde gente «común» contaba problemas de su vida.
Leticia Sabater y una carrera musical que pudo sostener con el tiempo
Si bien a lo largo de su carrera en los medios condujo realitys show y probó suerte como actriz en el cine y la TV, lo cierto es que el rubro musical fue en donde mejor se desempeñó. Si bien siempre es juzgada por sus vestimentas extrovertidas y múltiples operaciones, esto le ha dado una notoriedad atroz. Muchos de sus éxitos tienen connotaciones sexuales, algo que generó repudio, ya que durante años estuvo vinculada con productos infantiles.
Las letras de claro índole sexual están a la orden del día en Leticia Sabater, en donde canciones bautizadas como Toma pepinazo, El polvorrón y 18 centímetros papi lo demuestran. De igual modo, supo sostenerse a su manera en el mundo del espectáculo y no hay semana en la que no se hable de ella, algo que pocos pueden hacer.
