Uber, como todo el mundo tecnológico, se entrega a la inteligencia artificial. La empresa de movilidad ha conseguido quitarse la etiqueta de ser el niño malcriado de Silicon Valley y ha conseguido llegar a los beneficios a nivel global por primera vez en 2023, al menos según lo que informa en su presentación de resultados del último trimestre del año pasado.
Pero parece que la empresa no se siente del todo satisfecha, y sigue buscando estrategias distintas al transporte por pasajeros tradicional para generar ingresos. Ya había anunciado que haría todo lo posible para aumentar los usuarios de Uber One, su servicio de suscripción tanto para el reparto como para la movilidad, pero además la empresa anuncia que reforzará las estrategias para mantener a los usuarios en la opción de reparto entregándose del todo a la Inteligencia Artificial.
«Un ejemplo claro de nuestras ventajas es el uso de la Inteligencia Artificial. Gracias a la información que tenemos de los usuarios, nuestra arquitectura compartida entre los servicios nos permite tener una escala mayor que cualquiera de nuestros competidores. Es parte de la base de nuestra plataforma, de nuestro Marketplace, nuestro motor para la personalización y nuestro nuevo asistente de IA. Todas pueden ser usadas desde el día uno en cualquier nuevo producto», explicaba en su día del inversor el CEO Dara Khosrowshahi.
Específicamente ha mencionado la ventaja que esto le permite en cuanto a recomendaciones en su servicio de delivery. Pero además, el tener su IA encajada en todo el servicio les permite que la aplicación comparta información de forma automática entre sus diferentes usos. Es algo clave para el futuro de la aplicación, como lo plantea en cada una de sus presentaciones el propio Khosrowshahi. Es algo a tener en cuenta a medida que suman productos y aplicaciones en su intento de crecimiento permanente, aunque esto evidentemente también venga de la mano de una serie de riesgos.
En particular, el manejo de datos de esta forma los puede poner bajo la lupa de las leyes de privacidad. La apuesta es clave, sobre todo, por qué pone la diferencia con sus competidores, la variedad de formas de Uber, que fuera de España incluye servicios de motos o incluso de lancha. Por tanto, tienen sentido que usen la Inteligencia Artificial, y a Uber One, como el centro de todos sus servicios.
UBER ONE COMO EL NUEVO CENTRO DE OPERACIONES DE LA EMPRESA DE TRANSPORTE
La realidad es que para Uber la idea de que la mayoría de sus usuarios, o al menos un alto porcentaje, salten a su servicio de suscripción puede ser realmente lucrativa. En la misma llamada con accionistas, el directivo señaló que ya había buenas señales del efecto de las suscripciones y el uso de Inteligencia artificial en sus datos.
«Los números han sido bastantes positivos en cuanto a lo rentables que resultan los miembros de Uber One. Este es el factor más importante para la evaluación, y está creciendo de forma correcta, ya tenemos 19 millones de miembros en 25 países y el 30% de los pedidos o de las solicitudes de viaje en estos países viene de suscriptores», señaló Khosrowshahi en la conversación con los inversores. Es una explicación de por qué siguen buscando estrategias para reforzar este sistema, un punto que sin duda les puede dar ventaja contra sus competidores.
LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL COMO ESTRATEGIA DE PUBLICIDAD
Durante la charla, el CEO señala además que el combinar esta estrategia de multiservicio con la Inteligencia Artificial es también una forma de acercar a los anunciantes a una mayor cantidad de usuarios. De momento parece que se enfocan sobre todo a los anuncios a través de la aplicación de Uber, pero ya se ha visto como en casos como el de Cabify se está apuntando a introducir anuncios también en los vehículos, lo que de nuevo puede cambiar la forma en la que se entiende la relación entre el servicio y los usuarios, además de cumplir con el objetivo central de la empresa de que cada uno sea más beneficioso que en la actualidad.
Es cierto además que esto pondría a la empresa, ya bajo escrutinio constante por su relación laboral con los conductores, en el ojo del huracán sobre la permanente conversación sobre la inteligencia artificial y el uso de los datos de los usuarios. Ni Khosrowshahi ni los demás directivos mencionan estrategias específicas, pero es fácil imaginar un mundo donde un Uber con un anuncio específico sea enviado a un usuario que usa la app para pedir comida siempre del mismo restaurante, o bien que use mucho las VTC para ir al cine.
De todos modos, vale la pena seguir los proyectos de la empresa de cerca de cara al futuro. Uber sigue siendo la empresa de su tipo más grande del mundo, y los pasos que den pueden afectar la forma en que sus competidores en España y el resto del globo se acercan a las nuevas tecnologías, a los nuevos riesgos y a las oportunidades que representan.
