Descubre el oasis secreto de Barcelona: un paraíso entre cuevas y saltos de agua

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Barcelona, una ciudad famosa por su arquitectura modernista, su animada vida nocturna y su rica historia, también alberga una sorprendente cantidad de zonas naturales que deleitan a locales y visitantes por igual. Desde parques urbanos hasta reservas naturales, Barcelona y sus alrededores ofrecen una variedad asombrosa de entornos naturales que invitan a explorar y disfrutar de la belleza natural.

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El oasis secreto de Barcelona

Si te encuentras en la región, la visita a Sant Miquel del Fai se convierte en un imperativo. Lo primero que asombra al visitante es el majestuoso paso de la Forada, un pequeño puente románico que data del año 1592 y lleva hacia la casa prioral. Este constituye uno de los elementos arquitectónicos más destacados del conjunto, erigido entre finales del siglo XVI y principios del XVII, con su forma cuadrada y estilo gótico.

Sin embargo, una construcción que cautiva por completo al viajero es la iglesia románica de Sant Miquel, un templo que se enclava en las entrañas de la montaña, ubicado dentro de una cueva que utiliza la propia roca como tejado. Aunque su origen es incierto, se cree que ya estaba consagrada en el siglo XI. A pesar de las diversas modificaciones sufridas entre los siglos XVI y XIX, mantiene su esencia inalterada, dejando maravillado a cualquiera que se acerque. Asimismo, otro punto de gran relevancia es el salto del Rossinyol, una de las cascadas más hermosas de Barcelona.

Pero la maravilla no termina aquí, ya que bajo el velo de agua se encuentra la cueva de Sant Miquel, una cavidad descubierta en 1836 con una longitud de aproximadamente 60 metros. Además de la cascada del Rossinyol, desde el acantilado de El Fitó, a unos 100 metros de altura, el río Tenes crea un espectacular monumento natural.

Además, justo detrás de él se encuentra una galería repleta de estalactitas y estalagmitas. En las proximidades de este lugar, la ermita de San Martí surge como otro ejemplo de arquitectura románica en la zona, construida a finales del siglo IX, y cerca de ella se encuentra la cueva de Les Tosques, también conocida como El Bon Pastor o Sant Martí.