Mejores pueblos de Extremadura para ir de vinos

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Extremadura, la tierra del sol y la historia, es un destino que a menudo pasa desapercibido en el mundo vinícola español. Sin embargo, esta región situada en el suroeste de España tiene mucho que ofrecer a los amantes del vino. Sus pintorescos pueblos, cargados de encanto y rodeados de un entorno natural impresionante, son lugares ideales para disfrutar de vinos únicos y una experiencia enogastronómica inolvidable. En este artículo, te llevaremos de viaje por los mejores pueblos de Extremadura para deleitarte con sus exquisitos vinos.

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Mejores pueblos de Extremadura para ir de vinos

Almendralejo: la Cuna del Vino Extremeño

Almendralejo, conocida como la «cuna del vino extremeño«, es un punto de partida perfecto para tu aventura vinícola en Extremadura. Este encantador pueblo es el corazón de la D.O. Ribera del Guadiana, una región vinícola que se ha ganado una merecida reputación por sus vinos tintos y blancos. La Bodega Toribio, una de las más antiguas de la región, es un lugar imprescindible para los amantes del vino. Aquí, podrás degustar vinos elaborados con la uva autóctona Tempranillo y aprender sobre la rica tradición vitivinícola de la zona.

Trujillo: Historia y Vino en Armonía

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Trujillo es uno de los destinos más emblemáticos de Extremadura, conocido por su impresionante patrimonio histórico y su ambiente medieval. Pero este pueblo tiene más que ofrecer que solo historia. En los alrededores de Trujillo, encontrarás bodegas de renombre como Habla, que ha revolucionado la producción de vinos en Extremadura. Disfruta de una copa de vino junto a los monumentos históricos de Trujillo y déjate sorprender por la fusión de historia y modernidad.

Mérida: la Tradición Vinícola Romana

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Mérida, la antigua capital romana de Lusitania, es un destino que combina la historia y la cultura con el placer de degustar vinos. En las inmediaciones de Mérida, puedes visitar la Bodega Pago los Balancines, donde se cultivan las uvas en un entorno único y se elaboran vinos de calidad excepcional. Además, la ciudad en sí cuenta con numerosos bares y restaurantes donde podrás disfrutar de vinos locales maridados con la deliciosa gastronomía extremeña.

Zafra: Vinos con Sabor a Tradición

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Zafra es un pueblo que emana autenticidad y tradición en cada rincón. Aquí, podrás visitar la Bodega Medina, que se ha ganado una reputación por sus vinos de calidad excepcional, en especial sus tintos envejecidos en barrica. La histórica Plaza Grande de Zafra es el lugar perfecto para disfrutar de una copa de vino acompañada de tapas locales, todo ello rodeado de una arquitectura impresionante.

Montánchez: Quesos y Vinos en las Alturas

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Si buscas una experiencia enogastronómica completa, Montánchez es el lugar adecuado. Este pueblo en lo alto de una colina es famoso por su queso, pero también es un destino vinícola destacado. La Bodega Ruiz Torres es una parada obligatoria, donde podrás probar sus vinos envejecidos en las cuevas subterráneas del pueblo. Combina esta experiencia con una degustación de quesos locales y disfruta de una experiencia culinaria única.

Guadalupe: Vinos en el Corazón del Convento

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Guadalupe, un pequeño pueblo con un gran encanto, es conocido por su histórico monasterio y su ambiente religioso. Pero aquí también encontrarás la Bodega Pago de Vallegarcía, una joya vinícola que produce algunos de los mejores vinos de Extremadura. Visita la bodega y prueba sus vinos mientras te empapas de la atmósfera serena y espiritual de Guadalupe.

Jerez de los Caballeros: Vinos en la Frontera

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Jerez de los Caballeros, situado cerca de la frontera con Portugal, es otro tesoro oculto en el mundo del vino extremeño. La Bodega Medina es una opción fantástica para probar los vinos locales, que a menudo incorporan variedades de uva autóctonas como la Cayetana. Después de disfrutar de una copa de vino, pasea por las calles empedradas de este pueblo con una rica historia templaria.

Aceuchal: el Sabor de los Vinos Dulces

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Si tienes un diente dulce, Aceuchal es el lugar perfecto para explorar los vinos dulces de Extremadura. La Bodega Marcelino Díaz se especializa en estos vinos, que son ideales para maridar con postres locales como las perrunillas. Además de degustar vinos, puedes aprender sobre la tradición vinícola de la región en el Museo del Vino de Aceuchal.

Extremadura es una región vinícola que merece ser descubierta, y sus encantadores pueblos ofrecen la combinación perfecta de historia, cultura y vinos excepcionales. Desde Almendralejo hasta Aceuchal, cada pueblo tiene su propia historia vinícola y sus joyas enológicas por descubrir. Así que, la próxima vez que planifiques un viaje a España, considera visitar estos pueblos y sumergirte en la rica tradición vinícola de Extremadura. Tu paladar te lo agradecerá.

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