El Grand Prix y Ramón García también despiertan el odio de las redes sociales

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En un pasado nostálgico, el programa ‘Grand Prix’ floreció como un exitoso vínculo entre generaciones, elogiado por su capacidad para unir a abuelos y niños en un sinfín de momentos emocionantes. Sin embargo, en su reencarnación actual como la gran revolución televisiva del 2023, el programa se encuentra en una encrucijada inesperada.

A medida que se sumerge en la era digital, enfrenta la implacable mirada del «juicio paralelo» orquestado por las omnipresentes redes sociales, un elemento ajeno a su primera encarnación. Este resurgimiento no solo busca capturar la esencia del pasado, sino también adaptarse a un nuevo ecosistema mediático, donde el odio en línea puede amenazar incluso la nostalgia más arraigada.

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Su éxito se mantiene con unos datos muy altos

El Grand Prix y Ramón García también despiertan el odio de las redes sociales
El Grand Prix Y Ramón García También Despiertan El Odio De Las Redes Sociales

Los pesimistas no se hicieron esperar, anticipando que en su segunda noche el programa experimentaría un descenso significativo. No obstante, un análisis más sensato indicaba que, aunque la expectación del estreno disminuiría, se mantendría en cifras elevadas debido a la escasa competencia. Y así sucedió. En el transcurso del lunes 31 de julio, en su segunda emisión, volvió a cosechar un rotundo éxito con un 24.9% de cuota de pantalla y una audiencia de 2.251.000 espectadores.

Aún quedan cinco galas por delante en esta temporada, que originalmente se concibió como una especie de «prueba» para TVE. Sin embargo, bastaron dos entregas para demostrar de manera contundente que ha sido un triunfo rotundo para la cadena. Este éxito ha disipado de un plumazo la incertidumbre que rodeaba su estreno, una incertidumbre inherente a todos los nuevos formatos, sin importar la ansiedad que se refleja en las redes sociales. Es cierto que las redes sociales pueden actuar como un indicador, pero su capacidad para representar la realidad suele ser limitada, ya que a menudo las formas en que operan pueden resultar inexactas.