El actual Gobierno de España no ha dudado en lanzar diversas ayudas, tanto directas como indirectas, para ayudar a los ciudadanos españoles a paliar las consecuencias de la inflación y la crisis económica en la economía de los hogares. Unas ayudas que ahora han llevado al departamento de Ione Belarra a destinar cerca de 30 millones de euros a Canarias para luchar contra la pobreza; eso sí, mientras los afectados canarios por el volcán Cumbre Vieja siguen esperando la ayuda prometida desde las administraciones tras el desastre natural.
Tras los peores momentos de la pandemia del coronavirus, muchos hogares españoles comenzaban a sufrir los efectos de una incipiente crisis económica. Crisis que ha sido agravada debido a la guerra de Ucrania, la subida de la inflación, los precios de la energía, y un largo etcétera.
Situación ante la que el Gobierno de España, liderado por Pedro Sánchez, no ha dudado en lanzar, en los últimos meses, diversas ayudas directas e indirectas a los ciudadanos. Algo que pronto se podía comprobar en los «cheques» del gobierno destinados al combustible, la calefacción, e incluso a los más jóvenes, que recibían desde el departamento de Miquel Iceta cerca de 400 euros para gastar en diferentes productos culturales.
Una estrategia de ayuda nacional a los más desfavorecidos que ha llevado al Consejo de Ministros a aprobar este pasado martes una subvención de 30 millones de euros para luchar contra la pobreza y financiar las prestaciones básicas de servicios sociales en la comunidad autónoma de Canarias. Y es que, según el ministerio dirigido por Ione Belarra, es necesario implementar políticas para paliar la pobreza, en particular la infantil, con el refuerzo de prestaciones en la comunidad autónoma. Un plan para el que Belarra, desde 2021, ha invertido cerca de 100 millones de las arcas públicas del Estado.
CANARIAS PREVALECE SOBRE EXTREMADURA
Una ayuda ofrecida desde el Gobierno nacional que, sin embargo, parece llegar a poder causar una «discriminación positiva» de cara a Canarias, en comparación con otras comunidades autónomas que, a la vez que sufren el aumento de la inflación o las consecuencias de la pandemia del Covid-19, también sufren otras consecuencias económicas como la sequía.
Y es que, mientras que Ione Belarra y el Consejo de Ministros ha aprobado 30 millones para paliar la pobreza en la comunidad autónoma canaria, lo cierto es que parece que otras comunidades no gozan de la misma financiación autonómica, a pesar de su complicada situación en cuanto a la tasa de riesgo de pobreza de 2022.
Así pues, tal y como publicaba el Instituto Nacional de Estadística, Canarias estaba en serio riesgo de pobreza de su población, alcanzando un 29,4% de tasa de riesgo de pobreza en relación con la renta. Una cifra que, sin embargo, es superada, según el INE, por otras comunidades autónomas, como es el caso de Extremadura, con un 30% de pobreza por renta de 2022, así como las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, que se acercan peligrosamente al 35%.
LOS AFECTADOS DEL VOLCÁN, ABANDONADOS
Ayuda de hasta 30 millones de euros prometida a Canarias desde el ministerio de Ione Belarra que no sólo contrasta con la situación de otras comunidades autónomas, sino también con la grave situación económica que atraviesan las islas. Especialmente, todos aquellos que se vieron afectados por la erupción del volcán Cumbre Vieja en septiembre de 2021, que han tardado más de un año en conseguir las prometidas ayudas del Gobierno.
Y es que, más de un año después del desastre que afectó a miles de personas, el Boletín Oficial de Canarias publicaba el pasado mes de marzo la concesión de subvenciones directas por la destrucción total de las viviendas por el volcán de Cumbre Vieja. Unas subvenciones ofrecidas por el Gobierno de España, que prometía cuantías de máximo 30.000 euros, beneficiándose 48 familias a las que se les distribuirán un total de 987.285 euros.
Una cifra que ofrece una diferencia irrisoria con la ayuda ofrecida actualmente por el departamento de Ione Belarra para luchar contra la pobreza de la comunidad autónoma, pero que no contempla ayudar a los afectados por la erupción de Cumbre Vieja, y que tampoco parece tener en cuenta las necesidades de otros territorios a nivel nacional.
