El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha apelado este viernes al conjunto del sector del aceite de oliva para que «impere la responsabilidad» ante una campaña «baja» de producción, con una estimación de unas 800.000 toneladas, de manera que, a su juicio, «es muy difícil con una cosecha corta y altos precios evitar que los precios se vayan hacia arriba».
En declaraciones a los periodistas en Córdoba, antes de asistir a la clausura de las jornadas del Grupo de Trabajo del Sector Agroalimentario, organizadas por FICA-UGT, el ministro ha manifestado que «ésta es una campaña excepcional por lo baja», después de que hace tres campañas se alcanzaron 1,8 millones de toneladas y «la media de producción española se sitúa aproximadamente en 1,4 millones», ha mencionado.
Al respecto, ha recordado que «se va a publicar a principios de la semana que viene el aforo definitivo, en base a los datos que han proporcionado por escrito todas las comunidades autónomas, y se situará muy probablemente en el torno de las 800.000 toneladas», mientras que «Cooperativas Agroalimentarias está dando un dato próximo a las 900.000 toneladas».
En este sentido, ha defendido que «hay que asegurar tanto las 575.000 toneladas que se consumen en España, como el millón de toneladas que se exporta», de manera que «los clientes –españoles y extranjeros– puedan tener abastecimiento», ha sostenido, admitiendo que esa es su «mayor preocupación, conseguir que el abastecimiento y la comercialización, que esta campaña ha alcanzado 1,6 millones de toneladas, se pueda hacer con la producción, más el ‘stock’ de enlace, que en este momento está situado en 582.000 toneladas».
Por tanto, «en base a todos estos datos, es una campaña complicada», ha abundado Planas, quien ha citado que «hace un par de años se estaba en una situación totalmente distinta, con muy alta producción y precios muy bajos», pero «hoy se está en la situación inversa: una campaña corta con los precios altos».
Asimismo, ha abogado por «conseguir una estabilidad», de modo que «la Ley de Cadena Alimentaria supone que los agricultores y ganaderos tienen que ser retribuidos y los precios tienen que ser superiores a los costes de producción, igual también para la industria agroalimentaria, y al mismo tiempo, que el abastecimiento de alimentos y bebidas lo sea a unos precios razonables para el conjunto de la población», ha remarcado.
Entretanto, Planas ha apuntado que se está «bajo los efectos de una guerra en Europa», de manera que «las consecuencias económicas y sociales se están notando ya aquí», si bien ha proclamado que «es una situación que hay que vencer y superar». «Seremos capaces de acabar con la inflación», ha enfatizado. Y respecto a la reducción o eliminación de peonadas para acceder al subsidio agrario, Planas ha expuesto que «si la campaña es más corta, se examinarán las medidas que haya que tomar también en el ámbito laboral».
