El tomate frito es una delicia que se hace necesaria cada vez que de un guisado o de la preparación de un rico y sustancioso plato se trata, y es por eso que por lo general lo compras constantemente en el supermercado. Lo cierto es que aunque pueda resultar un producto económico y fácil de conseguir, hacerlo en casa no supone ninguna complicación.
Hacer tu propio tomate frito, tiene ventajas más allá de lo evidente, pues resulta económico, rendidor y lo puedes preparar incluso más rico que el que normalmente compras. Una vez que conozcas esta receta de tomate frito casero, no lo comprarás nunca más.
8Cómo conservar el tomate frito casero
Cuando tengas el tomate frito listo, retíralo del fuego y estará listo para usar. También si así lo deseas, puedes envasarlo y conservarlo para usarlo cuando quieras. Para conservarlo puedes recurrir a varios métodos.
Para empezar, lo puedes guardar en la nevera hasta por una semana, en caso de querer usarlo en un tiempo más lejano, puedes vaciarlo en frascos de vidrio esterilizados cuando aún el tomate frito esté caliente, taparlo, ponerlo boca abajo y esterilizar. Así lo tendrás perfecto hasta por un año en condiciones adecuadas de almacenamiento.
El congelador también puede ser tu aliado, vierte el tomate frito en un recipiente hermético y llévalo al congelador cuando ya la salsa esté a temperatura ambiente. Para usarlo, recuerda ponerlo a descongelar en la nevera o llevarlo directo al microondas.
