Con el calor sofocante, las picaduras de abejas y avispas, como la alfarera, se disparan. Aunque el picotazo es muy molesto, los síntomas que produce no revisten gravedad en la mayoría de los casos. La picadura más frecuente es la de la abeja. En este caso es solo la hembra la que pica, dejando su aguijón en la herida, para posteriormente morir.
La avispa alfarera, en cambio, posee un aguijón liso y puede picar numerosas veces. Aunque sí, es también un tipo de insecto de la que su picadura puede producir sensaciones molestas. Es una especie invasora que proviene de Asia, pero de la que diferencia de otras especies invasoras, su amenaza es menor. Ahora bien; ¿qué podemos hacer si nos pica la avispa alfarera? Lo repasamos.
4La presencia más notoria de la avispa alfarera es a finales de primavera
Como decimos, la avispa alfarera hace sus nidos con barro y agua que saca de las balsas, charcos… Una vez construido su nido caza arañas, las adormece con su veneno, las mete al nido, pone el huevo y tapona el nido con barro.
Cuando nace la oruga se come todas las arañas que le ha dejado su madre, se hace grande y se convierte en crisálida. A finales de primavera la crisálida ya se ha convertido en avispa y sale rompiendo el nido por un extremo. Primero sale su abdomen porque es por donde respira. Al principio se queda quieta para secar sus alas y después empieza a volar. Y claro, con el calor y la exposición estas suelen rondar por nuestros territorios.





